La zona de Santo Tomé, en la costa del río Uruguay, y la Colonia Carlos Pellegrini, en el corazón de los Esteros del Iberá, concentraban este martes los principales focos de incendios en la provincia de Corrientes. El pronóstico de lluvias no pasó de unos pocos chaparrones aislados y las brigadas y bomberos continúan trabajando en el menos una decena de frentes de fuego.
De acuerdo a lo publicado por el diario Clarín, los incendios son de tal magnitud que los equipos llegados de Brasil, Bolivia, Tucumán, La Pampa, Mendoza, Misiones, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco, Jujuy, San Juan, Buenos Aires, Córdoba, San Luis, Salta y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no logran sofocarlos. Además, son tres los helicópteros y doce los aviones hidrantes que realizan apoyo descargando en cada intervención entre 800 y 2.000 litros de agua.
El responsable del departamento de Protección Forestal de Corrientes, Orlando Villalba, admitió que las pocas lluvias apenas “apaciguaron” la intensidad de las llamas pero no alcanzaron para dar un respiro a los más de 3.500 hombres que están desplegados en la provincia para combatir el fuego que ya consumió cerca del 10 por ciento de la superficie correntina.
“La provincia es extensa y muchas veces se dificultan los ingresos a los campos por las condiciones del terreno”, sostuvo el funcionario. Y agregó que en los lugares más alejados de los centros urbanos es casi imposible la comunicación. Allí es fundamental el apoyo que brindan integrantes de la Fuerza Aérea y el Ejército con equipos que instalaron en los centros de operaciones.
Una situación muy compleja se vivió en la estancia Rincón del Socorro, en el Iberá. Allí, pobladores y brigadistas contuvieron anoche un enorme incendio que avanzaba hacia el sector de la hostería y viviendas que tiene la Fundación Redwilding. “Se quemaron campos pero se pudo salvar toda la infraestructura. Ahora hay un foco pero controlado en la isla San Alonso”, sostuvo Marisi López, de la Fundación. En esa isla viven los yaguaretés que fueron reintroducidos luego de un largo proceso de reproducción en cautiverio del mayor felino de América.
Pese al intenso trabajo, existen focos activos en Concepción, San Miguel, Curuzú Cuatiá, Ituzaingó, Santo Tomé, Loreto, Virasoro y San Martín, de acuerdo con los datos que manejan los referentes del Servicio Nacional de Manejo del Fuego.
En Santo Tomé, el viceintendente Carlos Farizano sostuvo que viven “una catástrofe” por el avance del fuego y que allí muchas familias perdieron sus casas. “Nadie podía prever o prepararse para esto, las represas, las lagunas y todo, se secaron. No hay ser humano que pueda parar esto, ya que cuando agarra la forestación es una combustión impresionante”, dijo Farizano.
Desde el Gobierno Nacional dijeron que el combate del fuego en Corrientes implica una inversión de 200 millones de pesos diarios, principalmente en gastos logísticos. El Estado envió cinco aviones hidrantes del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, un avión observador del Ministerio de Defensa, helicópteros,159 brigadistas y personal de apoyo.
Desde el Ministerio de Agricultura, en tanto, ya dispusieron recursos por 200 millones de pesos para asistir a productores que perdieron campos, alambrados y ganado por la acción del fuego desde fines del año pasado. Un primer cálculo elevó a 26.000 millones de pesos las pérdidas causadas por el fuego.
Por su parte, el jefe de los fiscales correntinos, César Sotelo, dijo que ya iniciaron 75 causas por denuncias de incendios intencionales. Sin embargo, hasta ahora sólo fue detenido un hombre porque las cámaras de seguridad de una vivienda registraron el momento que iniciaba la quema de pastizales.