La evacuación de los habitantes de Mariupol, puerto estratégico ucraniano sitiado por las fuerzas rusas, fue suspendida este sábado en medio de acusaciones cruzadas entre Ucrania y Rusia de incumplir el alto el fuego necesario para habilitar el corredor humanitario, por lo que el Ejército invasor retomó luego su ofensiva.
La salida de los civiles iba a iniciarse a las 11 hora local (6 de la Argentina), pero «fue postergada por razones de seguridad», ya que las fuerzas rusas «continúan bombardeando Mariupol y sus alrededores», declaró la alcaldía en la aplicación de mensajería Telegram.
Sergei Orlov, vicealcalde de la localidad de 450.000 habitantes y situada al borde del mar de Azov, aseguró que las fuerzas rusas seguían bombardeando y usando artillería.
«Es una locura. No hay alto el fuego en Mariupol y no hay alto el fuego a lo largo de la ruta designada», manifestó, en declaraciones recogidas por la cadena británica BBC en las que explicó que los civiles estaban “listos para escapar”, pero no podían hacerlo “bajo los bombardeos».
Las milicias de la autoproclamada república separatista de Donetsk, aliadas a Rusia y territorialmente próximas a Mariupol, en tanto, responsabilizaron de estas nuevas hostilidades a grupos de extrema derecha ucranianos.
«Los nacionalistas se negaron a proporcionar un corredor humanitario a los residentes de Mariupol, y además se negaron a marcharse a territorio seguro», indicaron en un comunicado reproducido por la agencia TASS.
El Ministerio de Defensa ruso también acusó a los «nacionalistas ucranianos» de impedir a la población civil salir de las localidades e indicó que «está pasando lo mismo en Jarkov y Sumy», refiriéndose a dos ciudades del este de Ucrania en el epicentro de los combates.
Por su parte, la Cruz Roja lamentó que «las operaciones del corredor seguro desde Mariupol y Volnovaja no empezarán este sábado. Seguimos dialogando con las partes sobre el tránsito totalmente seguro de los civiles de diferentes ciudades afectadas por el conflicto», informó en un comunicado.
El Kremlin había anunciado temprano un alto el fuego temporal desde las 9 de Ucrania (4 de la Argentina) para permitir la evacuación de los habitantes de Mariupol y Volnovakha.
Y la alcaldía de Mariupol, rodeada por soldados rusos desde hace seis días, había informado que se «necesitarán varias etapas» para evacuar la ciudad.
La salida organizada estaba pautada para llevarse a cabo en micros municipales desde tres puntos de la ciudad y en vehículos particulares, que deberían atenerse estrictamente a una ruta preestablecida, señaló la alcaldía, que tras la suspensión pidió a la población que «vuelvan a sus refugios» .
El corredor humanitario terminaba su ruta en Zaporiyia, localidad donde se encuentra la central nuclear atacada recientemente.
Pero ante el fracaso de la operación, el Ejército ruso reanudó su «ofensiva» sobre dos ciudades del sudeste, una de ellas justamente Mariupol, informó el vocero del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, que atribuyó el fracaso de la maniobra a “la reticencia de la parte ucraniana a influir en los nacionalistas o a prolongar el ‘cese el fuego’”.
«Ni un solo civil pudo salir de Mariupol ni de Volnovaja por los corredores de seguridad anunciados. La población de esas ciudades está retenida como escudos humanos por los grupos nacionalistas», aseguró el vocero, según la agencia AFP.
Según Konashenkov, «batallones nacionalistas» aprovecharon la interrupción de la ofensiva para «agruparse y reforzar sus posiciones».
Ucrania y Rusia habían acordado el jueves último, en la segunda ronda de conversaciones, armar corredores humanitarios para evacuar a los civiles y entregar alimentos y medicinas.
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Fuente: Télam.