Rusia ha decidido reducir drásticamente su actividad militar centrada en las ciudades ucranianas Kiev y Chernígov (Chernihiv), según declaró el martes su secretario de Estado de Defensa, tras las conversaciones mantenidas por los equipos negociadores ruso y ucraniano en Estambul.
El secretario de Estado ruso, Alexander Fomin, dijo que la decisión se tomó en aras de crear la confianza mutua y las condiciones necesarias para que se produzcan nuevas conversaciones.
“Como las negociaciones sobre un acuerdo de neutralidad y el estatuto no nuclear de Ucrania entran en una dimensión práctica (…), se decidió, para aumentar la confianza, reducir de manera radical la actividad militar hacia Kiev y Chernígov (Chernihiv)”, declaró Fomin en Estambul. El jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinksi, dijo que las negociaciones fueron “significativas”.
El Estado Mayor ruso revelará con más detalle las decisiones adoptadas tras el regreso de la delegación rusa a Moscú, dijo Fomin.
Por su parte, los negociadores ucranianos pidieron un acuerdo internacional para garantizar la seguridad, en el que los países garantes “actúen de forma similar al artículo número cinco de la OTAN, e incluso con mayor firmeza”, dijo el jefe de la delegación negociadora ucraniana para las conversaciones con Rusia, David Arakhamia.
“Nos gustaría que los países garantes fueran los del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (Reino Unido, China, Rusia, Estados Unidos y Francia), así como Turquía, Alemania, Canadá, Polonia e Israel”, detalló Arakhamia.
En caso de un ataque o agresión contra Ucrania, Kiev podría exigir consultas en tres días y, si no se resolviera el asunto por vía diplomática, tendría derecho a asistencia militar, incluida la declaración de una zona de exclusión aérea, describió el negociador ucraniano sobre el acuerdo propuesto por su delegación.
Si se dan estas garantías, “Ucrania aceptará ser neutral, no tendrá armas nucleares, ni permitirá bases militares extranjeras en su territorio”, agregó otro miembro de la delegación ucraniana, Oleksander Chalyi.
Por otra parte, el negociador Mikhailo Podolyak apuntó que este acuerdo no cubriría “los territorios temporalmente ocupados” por Rusia de las autodeclaradas Repúblicas Populares de Dónetsk y Lugansk, ni la península de Crimea, que Rusia anexionó de forma ilegal en 2014.
En todo caso, la propuesta “no prevé que Ucrania utilice la fuerza para liberar estos territorios”, subrayó el representante ucraniano.
El estatus de estos territorios se deberá negociar con Rusia aparte durante un plazo de 15 años.
Por otra parte, Chalyi destacó que el acuerdo no excluirá en ningún caso que Ucrania ingrese en la Unión Europea sino que, al contrario, los países garantes apoyarán activamente una adhesión.
Si hubiera un acuerdo definitivo, su contenido deberá ser aprobado en referéndum por el pueblo de Ucrania, una vez que todas las tropas rusas hayan abandonado el territorio, ya que un acuerdo firmado bajo presión sería inválido, señaló la delegación ucraniana.