El ministro de Seguridad de la Nación Aníbal Fernández criticó este miércoles al secretario de Comercio Interior, Roberto Felleti al afirmar que “no es saludable” que manifieste una mirada contradictoria con la política económica que lleva adelante el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Consultado sobre la postura de Feletti, que hace explícita una de las internas que atraviesa el Frente de Todos sobre la marcha del Gobierno, Fernández afirmó: “Lo conozco demasiado y le tengo mucho estima. Jamás lo haría (las críticas) para especular, y seguramente lo hace con vocación de sumar. Pero la verdad es que estas cosas no suman y terminan siendo un estorbo”, afirmó el ministro en diálogo con radio Rivadavia, y le sugirió al funcionario que “siga haciendo un excelente trabajo” en su área en materia de precios.
En medio de los rumores de próximas decisiones de cambio de Gabinete, Aníbal Fernández comentó que la solución a las dificultades políticas en la gestión “no necesariamente” implica que aquellos que están en desacuerdo “tienen que dar un paso al costado” y que tampoco “soy quién para decir semejante cosa”. Sin embargo, planteó que a raíz del nivel de la interna en el oficialismo “llega un momento que las cosas no se pueden seguir estirando y debatiendo”, porque “deja de ser un debate, para estar estorbando”.
“Quién tiene que tomar las decisiones es el Presidente”, remarcó.
La gestión económica es uno de los puntos más álgidos de los conflictos en el espacio oficialista, debido a que aún persisten los coletazos de la pandemia, los factores estructurales como una inflación alta, y los condimentos nuevos, como la crisis de los alimentos desencadenada por la guerra entre Rusia y Ucrania. Esta semana, el ministro de Economía Martín Guzmán reconoció que “la inflación de marzo superará el 6 por ciento” y reveló una conversación con el presidente Alberto Fernández: la gestión seguirá delante “con la gente que esté alineada con el rumbo económico”.
El Presidente y sus colaboradores estrechos, entre ellos, Aníbal Fernández, vienen dando señales de que habrá cambios de piezas próximamente y se abroquelan ante las críticas de La Cámpora. La expectativa es que las modificaciones estén destinadas a que los ministros “tengan trabas en la gestión” dentro de sus propios ministerios y se efectúen después de Semana Santa. El ejemplo más claro es la Secretaría de Energía, que conduce Darío Martínez y que tiene a Federico Basualdo como subsecretario.
Guzmán quiere reestructurar ese sector, que tiene como controversia más destacada la restructuración de las tarifas. Otro de los apuntados es el secretario de Comercio, Roberto Feletti, quien si bien tiene buen trato con Guzmán -al igual que Aníbal Fernández, el ministro de Economía le reconoció su tarea en materia de precios-, sus declaraciones públicas lo ponen en la mira.
Ayer Feletti se mostró junto al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, que realizó una serie de anuncios pocas horas antes de que se conozca este miércoles el índice de inflación. Hace unos días el funcionario kirchnerista cuestionó a Guzmán y lo responsabilizó por la imposibilidad de bajar la inflación. “Estamos en un mundo muy difícil y el ministerio de Economía tiene que bajar líneas claras de política económica que reduzcan la volatilidad y preserven ingresos populares, si no esto se va poner feo”, sostuvo entonces.
En el acto de este martes, Feletti respaldó a Kicillof por el lanzamiento de un paquete de medidas de corte económico y productivo que promoverá el gobierno bonaerense con el objetivo de combatir la disparada de precios a través de herramientas como cuenta DNI, generación de mercados regionales, fiscalización de precios y articulación con los municipios.
La puesta en escena de la actividad en la provincia de Buenos Aires representó también un respaldo del kirchnerismo a la gestión de Feletti. En cualquier caso, fuera desplazado por sus declaraciones políticas o no, las distintas alas del Frente de Todos admiten que el secretario de Comercio Interior poco puede hacer en el control de precios y que la inflación requiere de una mirada macroeconómica.