Este miércoles por la tarde, una joven de 18 años fue abusada sexualmente por un hombre que se hizo pasar por encargado de un local donde ella fue a buscar trabajo. La mantuvo encerrada casi dos horas en una pieza del fondo del negocio. La desnudó a la fuerza, la golpeó y, tras abusar de ella, la liberó.
El lugar donde sucedió todo es una chipacería ubicada por Ruta 5, a unos 400 metros de la rotonda de la Virgen de Itatí, en la capital correntina.
Tras la denuncia, aparecieron otras jóvenes que habrían sido víctimas del mismo degenerado.
«Ella se enteró que había una posibilidad de empleo en una chipacería. Se presentó alrededor de las 18 y allí, E. Romero, encargado del lugar, le dijo que iba a estar a prueba ese día para ver su desenvolvimiento. Cuando se disponían a cerrar, el tipo la llamó para que lleve los elementos para limpiar a una piecita que está detrás. Ella entró y él cerró con llave la puerta. Comenzó a hablarle, y ella se paralizó del miedo. Empezó a desvestirla; se resistió y él la tomó del pelo, la golpeó y logró quitarle la ropa. Quiso violarla, pero no pudo, aunque la obligó a que le practique sexo oral. Después de esto, la dejó en libertad, tras casi dos horas de encierro», contó Nacy, la hermana de la joven abusada.
La víctima convenció a su atacante de que ya tenía que irse porque la esperaban afuera, y gracias a eso pudo salir.
Durante esa noche, no pudo decir nada, pero al día siguiente, entre lágrimas y completamente desbordada de angustia, logró contar a su familia lo sucedido. Su padre y sus hermanos se dirigieron al local de Romero ayer a la mañana, para pedirle explicaciones. Casi lo linchan antes de que llegue la Policía y detuviera al acusado.
Romero fue arrestado y alojado en la comisaría 22 del barrio Ponce, a espera que la Justicia se expida sobre su situación.
«Me tocó hasta donde no pudo. Me pegó. Me hizo hacer cosas que no quería. Yo sólo fui a buscar trabajo. Me encerró en el local. Me mandó a lavar lo que ocupamos, y me hizo pasar un infierno. Pensé en callarme, en que quede todo así. Pero gracias a Dios tengo personas a mi alrededor que están en las buenas y en las malas», escribió Guadalupe, la joven víctima, en su red social.
La denuncia fue formulada en la División Delitos contra la integridad sexual. Tras hacerse público el caso, la familia de la víctima recibió varios testimonios de otras chicas que habían padecido lo mismo a manos de Romero.