Martínez responsabilizó a la lluvia y a los vecinos por el mal estado de las calles en barrios

Sociedad

El intendente de Resistencia Gustavo Martínez,  quien decidió la ejecución de monstruosas obra en la Plaza 25 de Mayo, en la Laguna Argüello y en el Parque 2 de Febrero -a pesar del reclamo de miles de vecinos que piden mejoras en los barrios- emitió un comunicado donde anticipó que su pobre gestión, que lo ubica como el intendente de peor imagen de todo el país, tiende a empeorar. En esa línea aseveró que debido a la inflación que azota al país, no se pueden esperar obras importantes para la ciudad, destacando que las arcas municipales no pueden afrontar siquiera el ripiado de calles.

En esa línea, Martínez aseguró que es necesario “dejar los anuncios faraónicos, serenarnos y plantear a la sociedad la realidad, todo aquel que hable de soluciones fáciles y rápidas, está mintiendo. De esto se sale con sacrificio y esfuerzo”.

“Es un momento en el cual los que tenemos responsabilidades tenemos que opinar porque muchas de las acciones que queremos llevar adelante o los planes de trabajo que queremos realizar se ven mutilados o postergados producto del grave problema inflacionario que tenemos”.

“Lamentablemente, todas las medidas son insuficientes y únicamente generan una mitigación a un problema estructural como la inflación que produce falta de recursos en la economía cotidiana de las familias, que muchas veces no pueden cubrir sus necesidades básicas y no pueden proyectar un desarrollo prospero. A esto se le suma la implicancia y dificultades que nos genera a los responsables de instituciones de gobierno para desarrollar planes de gestión”.

“Hace unas semanas atrás hubo importantes precipitaciones que afectaron al 70% de las calles de tierra y de ripio, donde las lluvias mojan la calle y se genera barro, y para que una máquina entre a trabajar tienen que pasar 4 o 5 días de sol para que se seque la calle y no la destruya peor. Durante esas jornadas, los vecinos siguieron pasando porque no pueden dejar de transitar el barrio. Esto implica un mantenimiento que, a los costos actuales, es prácticamente imposible llevar adelante”.

Enripiar una calle le sale al Estado municipal entre 250 mil y 300 mil pesos solamente de piedra. Y esto se agrava mucho más con el costo de los servicios logísticos, con un gasoil a 170 pesos. Estamos estimando todos los días con el sector privado para ver cómo compramos el gasoil para sostener todo el sistema logístico que implica poner un funcionamiento un camión o una máquina”.

Tenemos que poner los pies sobre la tierra, dejar los anuncios faraónicos, serenarnos y plantear a la sociedad la realidad. De esta situación no se sale fácil. Todos aquellos que digan que ‘con esta medida salimos adelante’ es mentira. Vamos a tener varios años de esfuerzo permanente para tratar de despegar”.

“La única forma de salir es con la educación, con el servicio de tecnología informática aplicada, con la investigación, con la ciencia, herramientas que nos permitan generar riqueza que eleve el poder adquisitivo de una comunidad”.

“Hay varios problemas que no se resolverán en varios años y serán, por lo menos, 5 años de esfuerzo y de sacrificio. Pero hay que idear un plan y ponerlo en funcionamiento para saber hacia dónde va ese esfuerzo”.

“Tiene que haber madurez y sentido común. Cuando se desarrollan planes directores, se tiene la voluntad política y se posee la decisión y el coraje de sostener esas propuestas en el tiempo más allá de las coyunturas, las acusaciones y las denuncias, se puede lograr la transformación, siempre y cuando se disponga de un camino bien enfocado y direccionado”.

“Todo aquel que hable de soluciones fáciles y rápidas, está mintiendo. De esto se sale con sacrificio y esfuerzo, y la gestión municipal de Resistencia está dispuesta poner toda su capacidad para salir adelante”.

 

Nota de Redacción

En un tramo del comunicado, el jefe comunal expresa: «Tenemos que poner los pies sobre la tierra, dejar los anuncios faraónicos, serenarnos y plantear a la sociedad la realidad». En esa línea surge una pregunta: la refacción de la Plaza 25 de Mayo, las obras en el parque 2 de Febrero o en la Laguna Argüello ¿Son obras prioritarias?; ¿No es conveniente utilizar esos recursos para mejorar la realidad de los vecinos de los barrios más alejados de los barrios de Resistencia? De estar equivocada la mayoría de la sociedad, sería conveniente al menos una explicación oficial de los motivos de ejecución de unas obras no prioritarias y la no concreción de obras urgentes que hacen a la habitabilidad de la ciudad.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.