El presidente Alberto Fernández participó este jueves de una rueda de prensa realizada en la embajada de Argentina en Francia. Allí expuso sobre las reuniones que mantuvo con el presidente de España, Pedro Sánchez; el Rey Felipe VI y el canciller alemán Olaf Scholz. El primer tramo de la gira que culminará mañana con la reunión que mantendrá con Jefe de Estado francés, Emmanuel Macron.
Luego aceptó cuatro preguntas enfocadas en el escenario político y económico nacional. Anticipó un dato negativo de inflación, pese a saber que será menor al 6,7% del mes de marzo, reafirmó su decisión política de aumentar las tarifas y dijo que espera una readecuación del acuerdo con el FMI, debido a la modificación de la economía global como consecuencia de la guerra.
Por último, se refirió a la interna que atraviesa a su Gobierno. Le bajó el tono al contrapunto de discursos que tuvo su compañero de fórmula. Aseguró que no se quiere pelear con Cristina Kirchner y que no está pesando en una reelección en este momento.
-Estuvo reunido con distintos líderes europeos hablando. Pedro Sánchez manifestó su preocupación respecto de la guerra. Tenía la percepción de que no va a terminar en lo inmediato. Todos sabemos el daño que ha generado en las economías. Y la inflación que generó. ¿Esta continuidad de la guerra puede seguir afectando a la Argentina? Hoy se conoce el índice de inflación. ¿El plan anti inflacionario de Martín Guzmán está funcionando?
– El programa económico va a ayudar a desacelerar la inflación. De eso estamos seguros. No estamos conformes ni contentos con los índices de inflación que tenemos hoy en Argentina. Lejos estamos de estar contentos. Debemos seguir trabajando en eso. Nuestro programa económico tiene tres pilares que son la producción, el trabajo y la mejor distribución del ingreso.
Estamos creciendo mucho en la economía, estamos generando muchos nuevos trabajos formales, pero nos está costando mucho corregir la distribución del ingreso. Y en eso tiene mucho que ver la inflación. Y aún cuando nosotros alentamos que las paritarias resuelvan ese problema, haciendo que los salarios estén por encima de la inflación, tenemos que trabajar seriamente en todas las causas que son causantes de la inflación. Por lo tanto, debemos seguir trabajando.
Hay un porcentaje de la inflación que hoy vivimos, que yo creo que es relativamente alta, que es derivada del aumento de los precios de los alimentos como consecuencia de la guerra. Y de muchos otros insumos. Los fertilizantes a modo de ejemplo. Tenemos que trabajar fuertemente en eso. Ese elemento inflacionario. Esa otra causa que es la causa externa, no la manejamos nosotros. La inflación es muy dañina porque daña a los sectores menos pudientes. La inflación es el impuesto que se les cobra a los que viven de un sueldo. Y por lo tanto, debemos rápidamente parar este tema. Como es parte de mi preocupación, se lo quise plantear a los que son actores del conflicto. Para que entiendan la dimensión del problema.
– En Buenos Aires se cierra la ronda de audiencias públicas por la suba de tarifas. Aumentos que se comprometieron en el marco del acuerdo con el FMI para reducir los subsidios energéticos. Hay sectores que impulsan un freno a esos aumentos. ¿Más allá de esas voces, usted ratifica esos aumentos o si existe la posibilidad de que se revisen?
– Los aumentos suponen la aplicación de la segmentación. De modo tal que el 10% más pudiente que se ve beneficiado con los subsidios, dejen de ser subsidiados. Esa es definitivamente una medida, en términos económicos, muy progresiva. Porque hace que el que tiene, pague. Los sectores más débiles van a seguir siendo atendidos con subsidios. De los aumentos que estamos hablando, son aumentos que se vinculan directamente a como evoluciona el salario de la gente.
De modo tal, que nunca el aumento de las tarifas puede ser más alto que el aumento salarial de las personas. Con lo cual tiene un criterio distributivo muy grande. Es un porcentaje menor al aumento del índice salarial. Esto que estamos haciendo, aunque está escrito en el programa económico, no es una imposición del Fondo. Lo estamos haciendo porque es muy difícil pensar que la economía pueda seguir subsidiando a los más ricos. En materia energética. Cuando además vemos como se ha desatado el conflicto energético a través de la guerra, y como todos los precios de la energía se han disparado. Nosotros estamos trabajando en ese sentido. Y estamos muy convencidos que vamos en el sentido correcto.
-Entonces, los ratifica?
– Si
– Este escenario mundial que describió, puede repercutir en el acuerdo que se firmó antes de la guerra con el FMI? ¿Hay diálogo con las autoridades del Fondo para generar una readecuación del acuerdo en función de ajustarlo a la nueva realidad que significa el escenario nuevo del mundo en guerra?
– La realidad es que el FMI ya ha dicho que hay que revisar estos acuerdos. Porque la economía se ha alterado significativamente. Si es una idea que el Fondo tiene, seguramente será aplicable a nosotros. Tenemos que ver exactamente cómo es la repercusión de los efectos de la guerra en Argentina. El primer indicio muy negativo es el indicio de la inflación.
A mi cuando me dicen que la Argentina puede beneficiarse con el aumento de los commodities, la verdad que a mi no me gusta que ganemos porque hay una guerra desatada. Además, lo segundo que hay que entender, es que es muy difícil desacoplar los precios internacionales de los precios internos. Y allí el panorama se complica mucho más. Por lo tanto, cuando llegue el momento, entiendo que el Fondo lo propiciara como lo ha dicho públicamente. Hay diálogo permanente, pero el diálogo lo lleva adelante el ministerio de Economía, no soy yo el que está hablando.
-Estamos afuera del país pero la política interna, la local, está muy presente en la agenda. Hace pocas horas hizo una declaración el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. Confirmó que usted va a ser candidato el año próximo, y planteó la posibilidad de que si Cristina Kirchner quiere ser candidata, podría haber una competencia. ¿Usted ve ese escenario?
– Un periodista español me hizo un reportaje para un diario muy importante de España. Durante todo el reportaje me trajo al escenario las diferencias que podemos tener con Cristina. Y al final le dije que durante todo el reportaje trató de subirme a un ring para pelearme con Cristina. Y la verdad es que yo no me tengo ni me quiero pelear con Cristina. Yo tengo que pelearme con Macri, tengo que pelearme con la derecha. Tengo que pelearme con los causantes de la decadencia argentina. Los que generaron la deuda que hoy estamos discutiendo todavía. Los que trajeron el 20% de caída del salario real, que tenemos que recuperar para que la distribución del ingreso sea mejor.
Allí está puesta mi cabeza. En resolver los problemas de los argentinos, en acotar los daños que el contexto internacional genera en Argentina. Mi cabeza está en ayudar a los más necesitados y sacar lo más rápido posible a los que están sumidos en las pobreza. Mi cabeza está en generar trabajo y aprovechar oportunidades.
Por eso hablé con Pedro Sánchez y el canciller alemán de la posibilidad de que la Argentina rápidamente se ponga a licuar gas y exportarlo. Y que necesitamos inversiones. Pedí que ellos vean la posibilidad de invertir en Argentina en todo esto. Mi cabeza está ahí. La verdad es que yo no estoy discutiendo con Cristina. No estoy discutiendo ninguna interna. Y la verdad es que no estoy pensando en mi reelección. Estoy pensando en cómo salir de los problemas que tenemos. Yo lamento mucho. Porque ahora me doy cuenta que no son solo ustedes los culpables. También los periodistas españoles hicieron lo mismo. Y algunos alemanes también. Lo que más me preocupa es resolver los problemas de la Argentina. Yo no tengo una disputa con Cristina. Tengo diferencias. En el 2023 debemos hacer lo que sea necesario para ganar y garantizar que el macrismo y la derecha no nos vuelvan a sumir en el mundo espantoso que nos sumieron.
Fuente: Infobae.