El Observatorio Argentinos por la Educación publicó el informe “¿Todos pasan? La promoción de grado/año en la Argentina”, sobre la base de los relevamientos anuales presentados por el Ministerio de Educación de la Nación, que reveló que de 2011 a 2019, último dato disponible, se incrementó de manera gradual el nivel de promoción de los alumnos en el país.
De esta manera, la tasa de no promoción (repitencia) en el nivel secundario se redujo 4,7 puntos porcentuales, pasando del 18,4% en 2011 al 13,7% en 2019. Mientras, en el primario bajó 1,4, del 3,1% al 1,7%. Aunque la tasa de pasaje de año o grado desciende a nivel nacional en el octavo año de estudios (primer o segundo año de la secundaria, según el sistema implementado) y en el último año del nivel medio.
Este dato se muestra de manera general en 22 de las 24 jurisdicciones de la Argentina, con excepción de las provincias de Santa Cruz y Tucumán, que no mostraron un descenso en la tasa de repitencia, en los niveles primario y secundario, respectivamente.
El docente y especialista en gestión educativa Flavio Buccino, uno de los autores del informe junto a Gabriela Catri y Martín Nistal, señaló en el documento: “Los sistemas educativos del mundo van abandonando la repitencia y adoptando la promoción pedagógica. Es notable cómo estos cambios de régimen de promoción son aceptados y celebrados por la comunidad académica, pero encuentran fuertes resistencias en las familias y en el cuerpo docente. Es claro que las nuevas formas de promoción pedagógica como medida aislada no solucionan la falta de adquisición de aprendizajes relevantes de los alumnos, pero modificar una práctica nociva como la repitencia implicará indefectiblemente un avance”; «Mientras los alumnos promocionan cada vez más, lo hacen con menos conocimientos y habilidades».
En este contexto, se destacó que entre 2013 y 2016 se implementó la resolución 174 del Consejo Federal de Educación, que reformuló los regímenes de promoción para que rijan a partir de segundo grado del nivel primario. El estudio del Observatorio, además, pone sobre la mesa la conveniencia o no de la repitencia como estrategia pedagógica para compensar el aprendizaje y también para evitar el aumento del abandono escolar. Sin embargo, expertos consultados concluyeron que el resultado del informe muestra la consecuencia de la flexibilización de los criterios de promoción, el impacto negativo en el aprendizaje.
Promoción “automática”
Mónica Marquina, doctora en Educación Superior del Conicet y miembro de la Fundación Alem, argumentó: “Estos datos, tomados de manera aislada, están lejos de mostrar una mejora. Se evidencia el debate entre los que defienden la repitencia y los que consideran que la mejor manera de resolver el problema es la promoción automática como resignación para evitar el abandono escolar, pero la situación es mucho más compleja. La promoción mejora, pero en los momentos clave [primer y último año de la secundaria] queda demostrado que el sistema no puede resolver el problema y se produce la repitencia”.
En la misma línea, el docente y escritor Gonzalo Santos apuntó: “Este informe manifiesta que se flexibilizaron las normas de promoción en contra de la repitencia. Mientras los alumnos promocionan cada vez más, lo hacen con menos conocimientos y habilidades”.
Marquina coincidió: “La flexibilización del sistema educativo, como implementaron las provincias de Formosa, Santa Cruz y Santa Fe, es un problema que seguramente se incrementará con la pandemia. Los resultados de las pruebas Aprender [solo el 28,6% de los alumnos alcanzó un nivel satisfactorio o avanzado en Matemática] dejan en evidencia que la aparente promoción que se podría leer como mejora no lo es. Debemos profundizar más allá de en cuanto a promoción sí o no”.
Resultados provinciales
La provincia de Corrientes lidera la lista de la mayor tasa de repitencia en el nivel primario en 2019, con el 5,3%; seguida de Santiago del Estero (3,5%) y San Juan (2,9%). En cuanto al secundario, con la mayor tasa de no promoción se encuentran Jujuy (19,7%), Salta (18,7%), y Chaco y Neuquén (18,2%).
Del lado contrario, la menor tasa de repitencia a nivel nacional la presentan las provincias de Santa Cruz (3,4%), San Luis (9,5%) y La Rioja (10,1%). Por su parte, Chubut fue la jurisdicción que más bajó esta tasa, en 11,3 puntos porcentuales.
Gustavo Zorzoli, exrector del Colegio Nacional de Buenos Aires, alegó: “En algunas provincias hubo varios ciclos lectivos que tuvieron promoción automática. Un ejemplo es la provincia de Chubut [de 2,9% a 0,2% en primaria y de 23,2% a 11,9% en secundaria], donde hubo resoluciones ministeriales que hicieron pasar de año automáticamente a todos los chicos y chicas ante la cantidad de días de paro”.
Además, el informé evidenció una mayor tasa de repitencia en las escuelas estatales que en las privadas en 2019. Así, para esta variable, el nivel primario público superó en 1,7 puntos porcentuales al privado. Mientras, que esa tasa en el secundario fue de 6,9% en los establecimientos de gestión privada y de 17,7%, en los estatales.
“Hay muchas variables, entre ellas la que más incide en el aprendizaje es la socioeconómica. Alumnos que no tienen la panza llena, que asisten generalmente a escuelas públicas, no van a poder aprender”, apuntó Santos.
Como una posible solución, los expertos plantearon la modificación del sistema educativo y no poner el énfasis en el debate sobre la conveniencia o no de la promoción pedagógica. “La repitencia es un elemento nocivo para el sistema educativo porque fomenta el abandono escolar, pero hay que cambiar todo el formato de cursada. No alcanza con flexibilizar la promoción de un año a otro, porque va en detrimento de los aprendizajes. El cambio debe ser más sustancial: cómo se cursa la secundaria en la Argentina”, advirtió Zorzoli.
Marquina añadió: “El problema se debe centrar de otra forma, generando acompañamientos y con la repitencia como último recurso. La escuela no puede estar sin hacer nada y debe asumir un rol fundamental, enfrentando el problema con tutorías y otras posibilidades”.
Santos concluyó: “Si se quiere hacer un cambio realmente profundo en la educación, hay que escuchar a los docentes, que están día a día en las aulas, y entablar una discusión seria sobre qué tipo de educación queremos. Habría que salir de la lógica de repitencia sí o no”.