Uno de los secretos del éxito dentro de Instagram es la enorme variedad de contenidos que podemos encontrar. Dentro de esta plataforma social podemos acceder a todo tipo de propuestas que se enmarcan dentro de géneros o conceptos muy distintos: Desde tutoriales, hasta publicaciones informativas, artísticas, comerciales y, también, de humor. Dentro de este último género destaca especialmente la presencia y la buena recepción que los animales (en especial, las mascotas domésticas) que tienen entre millones de usuarios. La capacidad que tienen nuestros animalitos para hacerse virales es realmente impresionante.
El grado de aceptación y empatía que despiertan les convierte en reyes indiscutibles de internet. No importa del todo cuál sea el motivo por el que aparecen en pantalla: Un perrito poniendo ojitos después de hacer alguna travesura, un gatito bailando o una gallina acunando a unos cachorros. Casi independientemente de cuál sea la situación en que se les filme, acaparan miradas y suman interacciones.
No obstante, cuando su natural atractivo se mezcla con la creatividad de un creador de contenidos (especialmente, si van acompañados de humor) el éxito es caso inevitable. ¿Un ejemplo? La perrita Trompatrompita
Una de las cosas que más atrae a los seguidores de Tromatrompita tiene que ver con la historia que encierra detrás y con la forma en que su dueño, Juan Alderete, la encontró. Aunque estamos habituados a encontrar cuentas de mascotas que fueron compradas, en este caso, el vínculo que hay entre Trompatrompita y Juan es fruto de un hallazgo fortuito.
Juan hizo una escapada vacacional con algunos amigos al Mar de Plata. La zona está repleta de playas paradisíacas y de enormes dimensiones. Fue allí que apareció un perro que, casi de forma instantánea, despertó la atención de su grupo de amigos. No obstante, si alguien quedó realmente cautivado por él, fue Alderete.
Lo primero que le llamó la atención fueron las largas dimensiones de su cola que, en los países hispanoamericanos recibe el nombre de trompa. Este rasgo se convirtió en uno de sus elementos más característicos y, de hecho, el que más tarde le daría el nombre por el que todos la conocerían: Trompatrompita. Desde hace prácticamente siete años, el animal se identificó con la palabra y la asumió como su nombre.
Vídeos cortos, muchas interacciones
Ganar popularidad dentro de redes sociales como TikTok o Instagram no es fácil. No obstante, Trompatrompita ha logrado hacerse con el corazón de muchos (solo en Instagram, con casi 60.000 seguidores) y, para ello, no ha sido necesario publicar vídeos excesivamente largos. De hecho, la mayoría de ellos son de una duración inferior a un minuto en donde la mascota protagoniza situaciones humorísticas y de lo más tiernas en el día a día con su dueño. Podemos verla rivalizando frente al tablero con pícaras carcajadas y moviendo pieza. La cosa se complica cuando el juego se torna en su contra y… entonces es cuando recurre a su ternura. “No pa’ no me comas todavía”, finaliza poniendo ojitos y sacando la lengua con una música de lo más romántica. “Le dije que no me coma #ajedrez #malperdedora #mascotas”
Otro de los últimos vídeos que mayor respuesta han generado (más de 94.000 me gusta) ha sido uno dedicado a los abuelos. En él podemos ver a Trompatrompita sentada al lado de un señor mayor poniéndole cara de pena y dándole con la pata en la mano mientras éste come. “Muestrenme a sus abuelitos y si no los tienen cuentenme como era con ustedes. Los abuelos son magos con capacidad de crear recuerdos inolvidables para sus nietos. ❤️ #abuelo #abuela #abuelito.”
En una era casi 100% digitalizada, el consumo de contenidos de entretenimiento ha experimentado una revolución sin precedentes. Hoy los usuarios de la red desean consumir contenidos de calidad con inmediatez y la sobreinformación que caracteriza a las redes sociales hace que los formatos de corta duración sean los más efectivos. Mensajes potentes, concisos y claros en pocos segundos parecen constituir la fuente del éxito.
Además, la creatividad tiene mucho que ver al respecto. En redes sociales masivas como Instagram o TikTok el grado de competitividad es muy elevado por lo que dedicar especial atención al concepto puede marcar la diferencia. En el caso de Trompatrompita su aceptación reside, entre otras cosas, en su componente cómico y sus doblajes divertidos.
Por último, la calidad de los takes o publicaciones en vídeo que crea Juan Alderete también son bastante destacables. No sólo a nivel de sonido, sino también en la nitidez de las imágenes.
Por supuesto, no podemos restar un ápice de mérito a la verdadera protagonista de estos perfiles: Trompatrompita que, más allá de tratarse de una perrita, es indiscutible que sabe cómo despertar la atención del público. Su ternura natural acompañada del ácido y divertido sentido del humor de Juan han sido sin duda el atractivo principal.
