El 61,7% de la población ocupada percibió algún ingreso, en promedio de $66.552, en el segundo trimestre del año, en medio de una mejora de la distribución, según el coeficiente de Gini, y un crecimiento de la economía, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
En su informe «Distribución del Ingreso», el Indec precisó además que el 10% más pobre de la población ocupada concentraba 1,5% del total de ingresos, mientras que el 10% más rico concentraba 29%, al término del segundo trimestre del año.
Respecto a la población ocupada, el Indec dio cuenta que se registró un ingreso promedio de $66.604 y un ingreso mediano de $53.000.
El Indec informó también que el ingreso promedio per cápita de la población, más allá de si está ocupado o no, alcanzó los $29.137, mientras que la mediana del ingreso per cápita fue de $31.125.
En tanto, la mayor equidad quedó reflejada en el Coeficiente de Gini, una relación matemática que tiene al «0» como el nivel de mayor igualdad y al «1» con el mayor desequilibrio.
Así, el Coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar de las personas alcanzó en el segundo trimestre del año un valor de 0,414 puntos, contra 0,434 de igual período de 2021.
Esta mejora en la distribución del ingreso se produjo en un período de 12 meses en que la inflación fue de 64%, el Índice de Salarios aumentó 45,3% y la actividad económica subió 67,7%.
En ese escenario, la desocupación se ubicó en el 6,9% en el segundo trimestre, contra 9,6% de abril-junio del 2021, informó el organismo.
Analizado según escala de ingreso individual, el ingreso promedio del estrato bajo (deciles 1 a 4) equivale a $25.335; el del estrato medio (deciles 5 a 8), a $63.160; y el del estrato alto (deciles 9 y 10), a $155.830.
Los perceptores varones tuvieron un ingreso promedio de $76.306, mientras que el de las mujeres fue de $56.997.
Respecto a la población asalariada, se registraron 9.360.477 personas con ingreso promedio de $70.678 .
El ingreso promedio de las personas asalariadas con descuento jubilatorio fue de $89.630, lo que marcó una suba de 56% interanual, mientras que para aquellas sin descuento, ese ingreso alcanzó a $38.476, con un alza de 58,8%.
En el caso de los hogares, los ingresos laborales representaron 75,3% de los totales, mientras que los no laborales alcanzaron el 24,7% restante.
El peso de los ingresos no laborales fue mayor para los deciles de ingreso total familiar más bajos, siendo igual a 60,7% en el primero y 16,2% en el décimo.
La semana pasada, el secretario de Producción, José Ignacio de Mendiguren, afirmó que «el Gobierno se ha fijado como política mantener el poder adquisitivo del salario e ir a un plan de estabilización, pero no como fue históricamente en Argentina, que lo primero que se atacaba era el salario».
«Se convocó al Consejo del Salario, se convocó ahora empresarios y trabajadores para discutir paritarias o un fondo fijo, lo que se establezca, pero teniendo en cuenta preservar el poder adquisitivo del salario y después mantener el nivel de actividad», destacó el funcionario en declaraciones radiales.
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Fuente: Télam.