Auditores de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación verificaron los diferentes depósitos que se utilizarán en el Chaco como polos de distribución de semillas de algodón para la próxima campaña que se lanza el 4 de octubre. El equipo, enviado por el gobierno nacional, completó las recorridas en territorio provincial acompañado por funcionarios y técnicos del Ministerio de Producción, Industria y Empleo.
Además se interiorizó sobre los distintos programas que se implementan en la provincia con el objetivo de mejorar los niveles de producción del algodón. Mediante Semilleros el Ministerio de Producción acerca al pequeño y mediano productor algodonero chaqueño el acceso al uso de insumos simientes certificados, fiscalizados y de primera multiplicación.
A través de este programa, se distribuirán este año 55 mil bolsas de semillas de algodón de primera calidad con el objetivo de que el Chaco supere las 250 mil hectáreas de superficie sembrada de manera de revalidar el liderazgo algodonero a nivel nacional. Como parte de su agenda en la provincia, los visitantes se entrevistaron con pequeños y medianos productores algodoneros de Presidencia Roque Sáenz Peña, Villa Ángela, General Pinedo y General San Martín.
También verificaron los depósitos desde los cuales se distribuirán las semillas a unos 1.000 productores para la campaña 2022-2023 y recorrieron las instalaciones de la empresa Gensus, en Avia Terai. Finalmente, la comitiva supervisó los trabajos que la cartera productiva-industrial ejecuta en la desmotadora que brinda servicios públicos ubicada en Villa Ángela.
Semilleros
El programa Semilleros sumó a Catamarca, que junto a Chaco y Córdoba, aportan los insumos simientes que luego son distribuidos entre los pequeños y medianos productores de la provincia. Es una metodología mediante la cual se busca desde el Ministerio superar constantemente los índices de producción de semillas de algodón fiscalizadas y de calidad, con un alto valor germinativo.
Las bolsas llegaron al Chaco desde Córdoba y Catamarca y fueron luego remitidas a la empresa Gensus, en cuya planta de Avia Terai se realizó el proceso con ácido deslintado y los tratamientos con fungicida, insecticidas y posterior embolsado.
