* De la redacción de TN24
La licitación del servicio de transporte público de Resistencia estuvo cuesti0nada desde el inicio mismo de la convocatoria, con modificaciones sobre la hora en los requisitos para licitar, hasta al adjudicación a una empresa que -según denunció con papeles el concejal Bolatti- guarda relación con la firma que ejecuta todas las obras importantes en la capital chaqueña.
Sin embargo, el intendente de Resistencia decidió ir a fondo, como en cada una de las decisiones que toma, y una vez más la cosa le salió mal.
Pasó con la basura, donde desde diferentes sectores denuncian que el intendente dejó que la ciudad colapse para poder decidir a gusto y piacere sobre los destinos de la recolección (creando una empresa municipal), pero donde la intervención de ediles impidió que la situación avance.
E igual o más grave sucedió con el transporte público, donde Resistencia desde el jueves viene padeciendo la falta de colectivos urbanos, generando una incertidumbre de no saber qué iba a pasar. De hecho, la intención del intendente y su brazo ejecutor en el Concejo, Agustín Romero, fue el de confrontar y ningunear a las empresas de transporte (Romero dijo en una nota pública que «era tan malo el servicio de colectivos que ni se nota el paro»).
Claramente, quienes manejan los destinos de la ciudad de Resistencia no tienen idea de lo que tiene que hacer un vecino sin otro tipo de movilidad para trasladarse por la ciudad. Por caso, la zona Norte de la ciudad solo está conectada por las Líneas 9, 12 y 3. Es decir una persona que reside en el barrio Don Santiago y trabaja en el centro de la ciudad, no tiene manera de trasladarse. Pero eso no importó al intendente que responsabilizó a las empresas (que deben mejorar su prestación, eso no está en discusión), y se sacó el lazo de la responsabilidad que le corresponde.
CAPITANICH AL RESCATE
El gobernador, cuando se dio todo el conflicto entre el municipio y las empresas de colectivos, se encontraba realizando gestiones en Buenos Aires, pero ni bien puso pie en suelo chaqueño, encontró una solución a la problemática. De eso se desprende que, de haber estado en la provincia, nada de este payasezco enfrentamiento hubiera sucedido.
Claro, la medida adoptada fue dar de baja a la licitación -reiteramos- cuestionada por donde se lo mire, y se convocará a una nueva licitación pero sin discriminar Resistencia del Gran Resistencia, es decir, líneas urbanas e interurbanas.
De este modo, todo hace suponer que en las próximas horas el servicio se reanudará (aún no hay confirmación oficial), pero lo real es que la solución la dio una vez más Capitanich, dejando en claro quién es el verdadero líder del espacio que Martínez muchas veces quiso adjudicarse, pero que está demostrado, no le da el piné para hacerlo.