La presentación del proyecto de Presupuesto 2023 ratificó que Chaco consolida su política de desendeudamiento lo que le permite, a su vez, mejorar la inversión pública y mantener la senda de crecimiento, fundamental para recuperar la economía, tras la crisis provocada por la pandemia.
En ese sentido, el ministro de Planificación, Economía e Infraestructura, Santiago Pérez Pons, destacó que “los menores recursos destinados a pagar deuda externa, tras la exitosa renegociación con acreedores privados, son volcados directamente a la inversión social y en infraestructura”.
En 2021, explicó el jefe de la cartera económica chaqueña, “reestructuramos la deuda más significativa de nuestra historia con una reducción promedio de 4,45 puntos porcentuales en la tasa de interés promedio y con una extensión de 4 años en los plazos de amortización”.
Como consecuencia de esa renegociación, se generó un ahorro de USD 212 millones entre 2021 y 2024 que “se destinará directamente a más inversión en infraestructura, en políticas productivas y de empleo y a sostener la recomposición salarial”, precisó Pérez Pons.
DESENDEUDAMIENTO DEFINITIVO
En un marco de cuentas fiscales superavitarias, esa reestructuración garantizó el desendeudamiento definitivo de la provincia: en 2023, la deuda pública será equivalente al 6% del Producto Bruto Geográfico (PBG) chaqueño, lo que representa una disminución del 60% respecto al pico alcanzado durante la pandemia.
Lograr una disminución del peso de la deuda, hasta representar un 6% del PBG, es la más baja desde 2007, cuando Jorge Capitanich llegó por primera vez al Sillón de Obligado. En ese año, el peso del endeudamiento ahogaba toda posibilidad de crecimiento ya que representaba el 44% del PBG.
NÚMEROS DEL SOBREENDEUDAMIENTO
El sobreendeudamiento de la Provincia ha tenido un impacto directo sobre la capacidad de inversión del Estado. Mientras que en 2015, el Estado invirtió en obra pública $21 de cada $100 gastados, los intereses de la deuda pública representaron $1 de cada $100.
En cambio, en 2019, luego del proceso de sobreendeudamiento impulsado por políticas nacionales que provocó el default de 12 provincias, el Chaco pasó a afrontar intereses que significaron $6,8 por cada $100 gastados y la inversión en infraestructura cayó drásticamente a $10 por cada $100.
En una clara muestra de reversión de esa tendencia, el Presupuesto prevé destinar en 2023 para el pago de intereses $1,5 por cada $100 erogados y alcanzar un nivel de inversión pública récord de $23 por cada $100.
“Entre enero de 2016 y 2018, el país tomó deuda por 100.000 millones de dólares. A mediados de 2018, tuvo que pedir al FMI un adicional de 44.500 millones de dólares. La mayoría de ese dinero alimentó la fuga de capitales, en una proporción de 8 de cada 10 dólares”, advirtió Pérez Pons.
En el caso del Chaco, se tomó deuda por 250 millones de dólares “a una tasa altísima de casi el 10%, destinado en gran parte a pagar gastos corrientes en pesos, por lo que para hacer frente a los intereses se tuvo que recortar la inversión en infraestructura y en mejoras salariales”, añadió el jefe de la cartera económica.