El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenksi, pidió hoy a la Unión Europea (UE) que aumente la presión sobre el sector energético ruso, tras la adopción ayer del octavo paquete de sanciones del bloque desde que se inició la invasión de su país.
El mandatario agradeció el nuevo paquete de sanciones, que impone más restricciones comerciales a Rusia y amplía la lista de personas a las que se aplica la congelación de activos y la prohibición de viajar a la UE, e insistió en la necesidad de seguir presionando al sector energético ruso, principal fuente de ingresos del «Estado agresor», dijo, dirigiéndose a los dirigentes europeos reunidos en Praga.
También reiteró los llamamientos de su país a la «desmilitarización» de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa, situada en el territorio homónimo anexado por Moscú junto a otros tres (Lugansk, Donetsk y Jerson) tras sendos referendos que según Kiev y sus aliados carecen de legitimidad.
El miércoles, Rusia tomó formalmente la planta, que ocupa militarmente desde principios de marzo, según un decreto firmado por su presidente Vladimir Putin.
«No se trata solo de equipos militares rusos, sino también de la retirada de todas las tropas de la planta», dijo Zelenski, indicando que unos 500 rusos estaban actualmente en la planta «esencial para la seguridad nuclear» y para que Ucrania tenga suficiente electricidad para exportar.
En la reunión en Praga, los líderes de la UE buscan en una cumbre una estrategia común para enfrentar la crisis energética que sacude al bloque en el marco del conflicto.
En una carta a los líderes, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, insistió en que «solamente una respuesta europea común puede reducir los costos de la energía para las familias y las empresas».
«La cuestión de la energía será dominante en esta reunión. Tenemos que reducir los precios de la energía, y esto es tanto una cuestión de economía como de seguridad», dijo al llegar al Castillo de Praga el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
La industria europea es altamente dependiente del gas natural, en especial el proveniente de Rusia, y la guerra elevó los precios. Ahora, el bloque busca una salida a la situación.
Una quincena de países pidió la adopción de un precio tope a todo el gas natural importado a la UE, aunque un grupo encabezado por Alemania expresó su oposición a la iniciativa.
Fuente: Télam