El Gobierno nacional lanzó este viernes una nueva edición del “dólar soja” con una cotización de $230, cuyo objetivo es garantizar la acumulación de reservas para el abastecimiento de la demanda interna y el cumplimiento de la pauta comprometida con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con lineamientos similares al programa anterior, el acuerdo con las compañías exportadoras de cereales estará vigente entre el próximo lunes y el 31 de diciembre y tiene un piso garantizado de liquidaciones por US$3.000 millones.
La primera versión de este instrumento funcionó entre el 5 y el 30 de septiembre y reportó liquidaciones por US$8.100 millones, por encima de los pronósticos que esperaban unos US$5 mil millones.
La medida entrará en vigencia a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que será publicado el lunes en el Boletín Oficial y sólo aplicará para las exportaciones de soja y sus derivados.
Con la mitad de la cosecha de trigo perdida y a vista que la sequía continúa condicionando la campaña de soja del año próximo, el Gobierno aceptó reabrir el mecanismo para asegurarse que en diciembre contará con los dólares necesarios para cubrir las necesidades del Banco Central y alcanzar los US$6.000 de reservas que fija el pacto con el organismo que encabeza Kristalina Georgieva.
Al persistir las dudas sobre la posición del Central, durante la jornada del viernes se renovó la presión alcista en el mercado de cambios y el dólar “Blue” escaló otros $2 para quedar en $320.
Además, la entidad a cargo de Miguel Pesce, tuvo que asistir demanda postergada de jornadas previas (cuando había comprado US$5 millones pero en tres días) y vendió US$40 millones. Desde el 1° de noviembre resignó cerca de US$990 millones.
Para evitar que la suba del valor del grano de soja impacte en la cadena de valor de la industria que lo utiliza como insumo, el Gobierno establecerá una serie de mecanismos de compensaciones para moderar este incremento.
Asimismo, Economía decidió eliminar la suba de 2 puntos a las retenciones de molienda y aceites de soja que habían pasado de 31 a 33% para la conformación del fideicomiso para subsidiar la producción de harina y sostener el precio del pan.
La medida tenía vigencia hasta el 31 de diciembre y se decidió adelantar su finalización desde la semana próxima.
Si se cumplen las proyecciones oficiales sobre este programa y además se acreditan los giros previstos de los organismos multilaterales de crédito, el Gobierno aspira a exceder en un 15% la meta de reservas para el cierre del año.
Además, los fondos adicionales servirían para que los ingresos por los derechos de exportación empujen para alcanzar el déficit de 2,5% del PBI comprometido.
La contracara es la emisión de pesos que demanda la operación para cubrir el diferencial sobre el valor del dólar oficial, que resulta una fuente de presión adicional sobre la inflación.
Por su parte, el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA) respaldó la medida, pero al mismo tiempo reclamó la necesidad de lograr una política que “aligere la carga tributaria” del complejo sojero.
EL DÓLAR PARA “REGIONALES”, EN ESTUDIO
En el tintero de las decisiones del Palacio de Hacienda, aún queda la implementación del dólar especial para las economías regionales que Massa había anunciado en su visita a Mendoza tres semanas atrás.
Luego de una reunión con representantes del sector, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, señaló que Massa le pidió que elabore una propuesta que deberá ser presentada antes de fin de año que contemple la reducción a cero de las retenciones para algunas economías regionales por 90 días.
ELIMINAN LAS RETENCIONES A LAS EXPORTACIONES AUTOMOTRICES
En una medida de diferente instrumentación, pero con igual finalidad, el Gobierno nacional prorrogó un beneficio impositivo para las automotrices y autopartistas que consiste en la eliminación de las retenciones para el incremental de exportaciones con la base de 2020.
Esta medida ya regía desde el 1° septiembre y se extendía hasta el 31 de diciembre y Massa anunció el viernes su continuidad durante el año próximo.
“Vamos a bajarle los impuestos a las exportaciones porque creemos que es la salida para acumular reservas y para mejorar nuestro superávit comercial”, afirmó Massa al comunicar la decisión durante un acto que se realizó en la planta del grupo Stellantis ubicada en la localidad bonaerense de 3 de Febrero.
Las exportaciones argentinas de 2022 se proyectan por encima de las 300 mil unidades, dado que a octubre habían alcanzado a 268.182 unidades.
Para el sector es una noticia que le asegura réditos para el año próximo dado que la base de comparación son las exportaciones de 2020, el año de la pandemia cuando sólo se habían despachado unas 138 mil unidades, el volumen más bajo de los últimos 17 años.
Fuente: La Voz.