Firmaron un convenio para la creación y desarrollo de la Unidad de Procuración de Órganos y Tejidos

Sociedad

El Gobierno provincial y el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) firmaron un convenio para la creación y desarrollo de la Unidad de Procuración de Órganos y Tejidos (UHPROT). Se trata de una incorporación que funcionará en el ámbito del Servicio de Terapia Intensiva del Hospital Julio C. Perrando, en coordinación con el INCUCAI, CUCAI Chaco y el Ministerio de Salud Pública.

La ministra de Salud de la provincia, Carolina Centeno, dijo que “es un trabajo conjunto que se viene desarrollando” y que los “llena de orgullo porque muestra el compromiso de los equipos técnicos y operativos”.

Centeno aseguró que esta decisión “implica saldar una deuda” y aclaró que si bien los servicios vienen trabajando, esta medida le da una “impronta de cambio en los procesos de gestión internos de los servicios de trasplante”.

La ministra dijo que para fortalecer estos procesos se cuenta con el apoyo del INCUCAI y que hay decisión política y voluntad técnica y operativa.

El objetivo del programa es el de incrementar la disponibilidad de órganos y tejidos para trasplante mediante el desarrollo de organizaciones hospitalarias.

Desde el Gobierno señalaron que se busca generar una unidad organizativa para elaborar e implementar estrategias de procuración e incluir la detección de posibles donantes en los protocolos institucionales. Además, se pretende promover en la comunidad hospitalaria «una actitud positiva hacia la donación», indicaron.

La nueva Unidad de Procuración contará con cinco médicos y médicas especialistas en terapia intensiva y cuatro profesionales de enfermería.

 

 

 

La actividad de procuración de órganos y tejidos en Argentina ha sido desarrollada a través de un modelo organizativo predominantemente extra hospitalario. En los tiempos iniciales -década del 70-, era el Centro Único Coordinación de Ablación e Implante (CUCA) el que desplazaba hacia el establecimiento asistencial desde donde había sido comunicado un donante, los recursos profesionales y el equipamiento necesario para hacerse cargo de todos los pasos del proceso de donación. Posteriormente, en los años 80 y 90, se desarrollaron los Organismos Provinciales de Ablación e Implante (OPA), reproduciendo -en general- el modelo sustentado en «la denuncia», consistente en el desplazamiento del equipo profesional de guardia desde «la base» para garantizar la realización del «operativo». En algunas provincias, la actividad de procuración se concentraba en determinados hospitales, generalmente sede de los OPAI, en los que profesionales de éstos participaban con una modalidad más institucional (ej: Hospital de Urgencias de Córdoba, Hospital Cullen de Santa Fe, entre otros). En el año 2004, con la aprobación del PROGRAMA FEDERAL DE PROCURACIÓN DE ÓRGANOS Y TEJIDOS (PFP) (Resolución Ministerial 199/04) se incorpora la figura del Coordinador Hospitalario (CH Tx), dándole un fuerte impulso a la actividad. El CH Tx actuaba como una «extensión» del OPAI en el hospital, y en comunicación y con el apoyo de éste desplegaba un enorme trabajo, asumiendo prácticamente todas las tareas; pero el hospital seguía siendo ajeno, casi espectador de un proceso que «no le pertenecía», aun cuando se desarrollara en su interior. En 2013 se inicia un proceso de «hospitalización» en la generación de donantes mediante la puesta en ejecución del PROGRAMA HOSPITAL DONANTE (PIAD), lográndose algunos avances importantes, pero limitados, pocos establecimientos de algunas provincias. La falta de monitoreo y continuidad fueron debilidades por las que, prácticamente, se detuvo el programa; no obstante, los hospitales que lo implementaron correctamente mantuvieron la actividad generadora a través del tiempo.

El modelo extrahospitalario al excluir al hospital genera:

  •   Pérdida del aporte del hospital en detección, tratamiento oportuno del potencial donante (PD), vínculos con la familia del paciente, disponibilidad de servicios de especialidades, laboratorios, imágenes, etc.
  •   Que la actividad de procuración dependa de profesionales individuales, con precaria y variable relación contractual con el hospital
  •   Costos significativamente elevados en logística operativa (desplazamiento de profesionales, transporte de muestras y/o equipos, movilidad, etc.).
  •               Tiempos prolongados, especialmente en el inicio del tratamiento del PD y certificación de la muerte, que impactan en la calidad del órgano y los resultados del trasplante. Debido a que la generación de donantes fallecidos se produce en los establecimientos con internación, tanto públicos como privados, lograr un sincronizado mecanismo de acción institucional a partir del reconocimiento de la muerte, resulta determinante a la hora de definir modelos de organización

 

En concordancia con ello, la Ley Nº 27.447 DE TRASPLANTE DE ÓRGANOS, TEJIDOS Y CÉLULAS, sancionada en el 2018, dispone que los establecimientos que reúnan las características definidas en su reglamentación deberán contar con un modelo de organización hospitalaria que incluya «servicios destinados a la donación de órganos y tejidos que permitan garantizar la correcta detección, evaluación y tratamiento del donante».

A fin de lograr su implementación, el INSTITUTO NACIONAL CENTRAL ÚNICO COORDINADOR DE ABLACIÓN E IMPLANTE (INCUCAI), en su carácter de autoridad de aplicación de la ley citada, propone trabajar sobre la base de un programa adaptable a las realidades de cada jurisdicción, que permita reemplazar en forma paulatina y progresiva los actuales modelos dominantes «extrahospitalarios» o «mixtos» para la más adecuada respuesta institucional a la necesidad de trasplantes de la población.

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