Evolución Resistencia emitió un comunicado tras la realización de la audiencia pública donde se debatió la creación de una empresa municipal para resolver problemas de la ciudad, que vale decir, en tres años la gestión de Gustavo Martínez no supo hacerlo.
El mismo establece:
El proyecto que se presentó en Audiencia Pública no debe aprobarse. Desde Evolución Radical Resistencia, entendemos que la creación de una Empresa Municipal se debe pura y exclusivamente a la falta total de gestión e ideas para resolver cuestiones que son propias al municipio.
Las actividades vinculadas a los servicios de limpieza, higiene y saneamiento urbano, la recolección, transporte, tratamiento y disposición final de residuos urbanos son atribuciones y competencia municipal y lo viene haciendo, mal, con errores y con planes defectuosos, pero lo viene haciendo, por su responsabilidad estatal, desde mucho tiempo atrás.
Crear una Empresa Municipal NO soluciona los problemas de la basura en Resistencia y menos si sigue quedando en las mismas manos de los que hoy no pueden dar solución al tema.
Consideramos que con la creación de la Empresa Municipal, lo que busca el intendente Gustavo Martínez es contar una caja política sin mayores controles y una fuente de cargos y contratos para satisfacer las necesidades de sus punteros políticos, como lo hizo en SAMEEP, saturando la planta permente de la empresa con ñoquis. Aquí no se trata solo de 4 cargos políticos como Directores (art. 8º del proyecto), sino que también, la ordenanza establece que podrán crearse un sinnúmero de otros cargos administrativos, técnicos o de servicios que serán ocupados por quién los designa exclusivamente: el Intendente (art. 10º del proyecto); que pasarán a engrosar la planta permanente de la Empresa y por ende a costa de los bolsillos de los vecinos.
Tampoco del proyecto surge, ni queda claro, que pasará con los empleados que actualmente están a cargo del servicio, solo menciona en el art. 15 que se faculta «al Departamento Ejecutivo Municipal a disponer la provisión de bienes de capital y de los recursos humanos que en cantidad, aptitud e idoneidad requiera la Empresa…», sin aclarar que sean trabajadores existentes en la planta permanente actual del municipio o serán nuevas contrataciones, siendo el ingreso de las mismas a ficha empresa por afuera del mecanismo establecido por la Carta Orgánica y el Estatuto para el Personal Municipal vigente.
En el artículo 4º del proyecto se menciona la posibilidad de incorporar fideicomisos y allí radica el mayor problema para el control de la Empresa, ya que, como lo dijo Gustavo Martínez en un reciente reportaje en un medio de prensa, con los fideicomisos «se evade toda la reglamentación para la administración pública”.
En el proyecto de ordenanza no queda claro en la creación de la empresa, si la dirección estatal podrá tener un gerenciamiento privado intermedio o cualquier otro tipo asunción de funciones de dirección por parte de privados, que serían una clara violación y manifiesta de la Carta Orgánica Municipal y a la Constitución Provincial (Artículo 54°).
Un aspecto más a tener en cuenta es la violación del Artículo 113 de la Carta Orgánica Municipal en lo referente al Control que establece que “el control de la prestación de los servicios públicos de competencia municipal, conforme a su marco regulatorio, estará a cargo del ente creado por ordenanza” pero en el mismo proyecto de ordenanza establece el art. 2º) que “la Empresa tendrá a su cargo… control, fiscalización…” entre otros. Es decir, que la empresa controlará y fiscalizará ella misma el trabajo que realiza. Hace falta crear previamente un ente de control de servicios públicos. Una evidente contradicción que vislumbra el apuro en su redacción, y la intención de un tratamiento legislativo expres.
Con el proyecto de Ordenanza de creación de la empresa municipal, el Concejo Municipal y los Concejales pierden las facultades establecidas en los Artículos 138 y 139 de la Carta Orgánica Municipal, que tienen como objeto de «convocar o solicitar informes a los responsables» de la Empresa, en cambio, sólo “el Tribunal de Cuentas de la Provincia del Chaco, de acuerdo a las facultades fiscalizadoras que le son propias, una sindicatura no permanente y Fiscalía de Investigación Administrativa” tendrán la tarea de contralor (art. 12º del proyecto) más allá de las atribuciones de la misma Empresa establecidas en el art. 2º del proyecto. No puede consentirse dicha pérdida de facultades regladas, tampoco su omisión puede dar pie a interpretaciones legislativas o del ejecutivo. Ante esa falta de instrumentos de control por parte de los Concejales, deben encenderse todas las alarmas institucionales.
Tampoco se establecen los mecanismos de disolución de la empresa. Situación llamativa ya que los objetivos de la misma son esenciales a la sociedad toda. De darse su creación, tanto su capital económico, sus recursos humanos, sus maquinarias y elementos de trabajo son de carácter PÚBLICO ESTATAL, no puede quedar librado al antojo del gobernante de turno su destino en caso de cese de la actividad.
Según la Carta Orgánica Municipal en su Artículo 109, establece para las Concesiones: “Las ordenanzas establecerán los requisitos, modos y condiciones que regularán las concesiones de servicios públicos, debiendo observarse lo dispuesto por la Constitución Provincial y por esta Carta Orgánica”.
A su vez en el Artículo 110, establece los Principios básicos “La ordenanza sobre concesiones de servicios públicos municipales, de conformidad al artículo anterior de ésta Carta Orgánica, legislará con sujeción a los siguientes principios básicos: 1. La adjudicación por licitación pública se realizará previa autorización del Concejo Municipal mediante el voto favorable de los dos tercios de la totalidad de los miembros. Tratándose de concesión a empresas privadas, se otorgará prioridad a las empresas locales…”.
Además, en el Artículo 111 de la Carta Orgánica Municipal, menciona a Otros prestadores “El Concejo Municipal autorizará la creación de entes autárquicos, de empresas municipales y de sociedades de economía mixta para la administración y explotación de servicios públicos”.
Por lo tanto, y según los artículos 109, 110 y 111, entendemos que la creación de la Empresa es un paso previo para la concesión del servicio público, pero sin una licitación no podría adjudicarse a dicha empresa por más que sea creada y administrada por el municipio. Para la adjudicación, el oficialismo va a necesitar los dos tercios del total de los miembros del Concejo. Si esto se aprueba sin la licitación pública, sería una violación a la Carta Orgánica Municipal o se buscaría un mecanismo para una “licitación encubierta”.
Una empresa que no tiene riesgo empresario, porque el Municipio hace su aporte económico inicial, que no tiene garantizado su propio financiamiento, ya que no se indica nada sobre de donde generará recursos para sostenerse, una empresa que deberá incorporar personal a antojo de su conducción sin pasar por los mecanismos legales ni tampoco se indica las responsabilidades legales por la situación de revista de sus trabajadores; una empresa que anula una posible competencia privada para mejorar la prestación del servicio, una empresa sin conocimiento de ejecución en materia de disposición final de residuos sólidos urbanos, en definitiva muchos puntos oscuros en la redacción del proyecto que nos obliga a pronunciarnos en el rechazo a su creación y así lo solicitaremos a los concejales de la oposición de Resistencia.
Los resistencianos necesitamos una solución para la basura, que priorice una recolección diferenciada, donde se respete la separación en origen, la adecuada disposición de los puntos verdes y contenedores verdes de recolección para que los recuperadores urbanos puedan acceder, valorizando los desechos y dándole el tratamiento sustentable a los residuos según su tipo, desarrollando el potencial del reciclado y la reutilización. Necesitamos incentivar la reducción de generación de basura, evitando el envasado, embalajes y empaquetado innecesario, eliminado los descartables de un solo uso, promoviendo utilización de envases retornables y eliminando la contaminación a cielo abierto en la disposición final.
Hace falta desarrollar un sistema de economía circular donde no exista la basura, sino un proceso de manejo de residuos sólidos urbanos moderno, que se reutilice y recicle lo máximo en búsqueda de tener un municipio con conciencia ambiental, con solución definitiva a largo plazo. Necesitamos políticas activas y eficientes para una ciudad más limpia y ordenada, y no una empresa que genere mayores costos, llena de estructuras burocráticas que sean refugio de ñoquis y que su finalidad sea evadir los controles establecidos para las empresas públicas.