Ninguno de los tres hinchas que se arrojaron hacia el colectivo de los futbolistas del seleccionado argentino fueron identificados por los policías que los custodiaban. “La prioridad era sacarlos de la cápsula y resguardar a los futbolistas”, expresó un oficial superior de la Policía Federal, la fuerza de seguridad que estuvo a cargo del anillo de seguridad más cercano a los integrantes del seleccionado de fútbol que ganó el mundial de Qatar.
Hasta el momento son un misterio las identidades de los dos fanáticos que al arrojarse sobre el colectivo se transformaron en uno de los factores que derivó en la decisión de los responsables del operativo de seguridad de desviar el recorrido del micro.
Según fuentes oficiales, el primero de los simpatizantes que se arrojó desde el puente de la calle Olavarría que cruza la autopista Riccheri cayó en medio de los futbolistas. En ese momento fue reducido por uno de los integrantes del grupo de seguridad de la AFA y por un oficial de la Policía Federal que estaban en el ómnibus.
Sorprendidos, los futbolistas le exigieron al intruso que se retirara del colectivo. En forma simultánea, el custodio de la AFA y el oficial de la Policía Federal le pidieron al conductor del ómnibus que detuviera la marcha y sacaron al fanático del colectivo.
Cuando el intruso descendió del ómnibus, escapó a pie y se perdió entre la multitud que, en ese momento, se había agolpado en la calzada de la autopista y en los terraplanes. Fuentes de la fuerza de seguridad afirmaron que el simpatizante nunca llegó a la Escuela de Cadetes de la Policía Federal Juan Ángel Pirker, donde los futbolistas del seleccionado abordaron los helicópteros que los trasladaron de regreso al predio de la AFA.
Con respecto al segundo fanático que se arrojó al colectivo, uno de los testigos que formaba parte del operativo de seguridad y que hizo el recorrido al lado del ómnibus afirmó que, luego de golpear contra el piso, fue ayudado por un grupo de simpatizantes que seguía al colectivo. Esos mismos hinchas lo levantaron y lo acompañaron hasta una posta sanitaria.
“Que los dos pibes hayan querido tirarse desde ahí es un grado de locura que no tiene explicación. Quiero creer que el pibe que no cayó en el micro está bien. Por lo menos, cuando se lo llevaron [en camilla] seguía alentando con su brazo derecho. Se debe haber pegado un palo importante, pero seguro contra la locura no tenemos”, dijo el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, en declaraciones a Radio con Vos
A pesar de las lesiones que sufrió al tirarse desde el puente, pegar contra la parte trasera del colectivo y caer desde cuatro metros donde golpeó contra el pavimento, el simpatizante se levantó por sus medios. Aunque logró incorporarse, debido a que caminaba de forma tambaleante y volvía a caerse, otros simpatizantes tropezaron con él y lo ayudaron a levantarse.
Esos mismos hinchas lo llevaron hasta una ambulancia que estaba estacionada en las cercanías del cruce con la calle Strangford. Allí fue atendido por el personal de emergencias que lo llevó en una ambulancia del SAME bonaerense al hospital Paroissien, de Isidro Casanova. Dos horas después, el segundo fanático que se arrojó sobre el colectivo de los jugadores del seleccionado abandonó el centro de salud por sus medios.
En una guardia colmada de heridos o simpatizantes que tuvieron que ser atendidos por los efectos del calor provocados por su exposición al sol al costado de la autopista Riccheri, el fanático abandonó el hospital sin que lo hubiera sido identificado. Al ser consultados en el Ministerio de Salud bonaerense, los responsables de la cartera sanitaria indicaron que no “se atendió a ningún paciente que hubiera referido haber sufrido un golpe en la cabeza durante los festejos por el paso del colectivo con los futbolistas del seleccionado”.
También en redes sociales se difundió un video en el que aparecen dos efectivos de la Policía Federal que ayudan a un enfermero a cargar una camilla en la que llevan a un hincha herido, pero esa imagen no corresponde al segundo fanático que se arrojó al paso del colectivo con los futbolistas. Este simpatizante tiene bermudas de jeans y una camiseta blanca en la mano. Por su parte, el herido que llevan en la camilla, al tiempo que canta la canción “muchachos ahora nos volvemos a encontrar. . “, tiene otra ropa: pantalón corto gris y una camiseta manga larga negra anudada en la cintura. Eso indicaría que no se trata de la misma persona.
En ninguno de los casos se iniciaron expedientes judiciales. Ni en la fiscalía de La Matanza ni en la fiscalía de Ezeiza, donde se registró el primer episodio.
Algunas horas antes de ese incidente, cuando el colectivo en el que viajaban los futbolistas llegaba al predio de la AFA en Ezeiza, después de descender en la madrugada del avión en el que viajaron desde Qatar, un simpatizante se arrojó sobre el ómnibus en el cruce de la autopista Riccheri y el puente El Trébol y cayó entre los jugadores. Allí fue reducido por un efectivo de la Policía Federal y por un custodio de la AFA, que lo bajaron del colectivo sin que lo identificaran.