Se trata de la primera mujer en presidir el país, y ocupa desde hoy el cargo que tenía el dirigente de izquierda que fue removido tras intentar un autogolpe de Estado luego de ser acusado de corrupción.
Boluarte fue una de las primeras funcionarias en denunciar el «golpe de Estado» con el que Castillo buscó cerrar el Parlamento y evitar la moción de destitución. Un intento fallido que terminó pocas horas después con el ahora ex presidente detenido y expulsado del poder por «permanente incapacidad moral».
Cuando Castillo anunció, al mediodía peruano de este miércoles, que gobernaría por decreto, Boluarte manifestó en Twitter su rechazo al «quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso».
«Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley», enfatizó.