La inflación de enero cerraría en torno del 6%, cerca de un punto arriba de los valores informados por el Indec para noviembre (4,9%) y diciembre (5,1%). Así, pese a que en múltiples sectores de la economía se lanzaron programas de precios congelados o con aumentos pautados con el Gobierno, el año comenzaría, según las estimaciones de las principales consultoras económicas, con una aceleración en los precios, que dejaría más lejos el objetivo oficial de estabilizar las subas en torno del 3% mensual.
El récord de inflación de 94,8% de 2022 -la más alta desde 1991- debe una buena parte de la suba a lo que sucedió durante los meses de julio y agosto (7% o más) y de septiembre y octubre (más de 6%). Enero del año pasado fue, de hecho, el mes con menos inflación: 3,9%, un primer dígito al que todavía no se regresó.
El primer mes de 2023 se destacó por aumentos en precios regulados, como transporte público, tarifas y prepagas, y por una inercia estacional en ocio, turismo y espectáculos. Sin embargo, los especialistas consultados destacaron que aún se verá una suba importante en alimentos, particularmente en verduras, y bebidas. El incremento en este rubro se estima en torno al 4,5%, pese a que cerca de 2000 productos de consumo masivo se encuentran congelados hasta marzo.
El IPC nacional de diciembre estuvo por debajo de lo esperado por el mercado, que preveía un 5,7%, aunque se ubicó por encima de la proyección que había hecho el ministro de Economía, Sergio Massa, días antes de revelarse el índice, cuando aventuró que la inflación de ese mes “comenzaría con un 4″.
Si esta vez se cumple la previsión de los economistas y enero se ubicara en torno al 6%, la inflación interanual (últimos 12 meses) se acercaría aún más a las tres cifras.
Para C&T Asesores Económicos, el alza de pecios del mes cerrará cerca de 6,3% debido a las subas de precios programadas, el salto estacional del turismo y el incremento en alimentos y bebidas no alcohólicas, que habrían aumentado a un mayor ritmo que en diciembre, en torno al 5,3%. María Castiglioni, economista de la consultora, aseguró al diario La Nación que las verduras volvieron a tener un fuerte aumento, de 20% en promedio. Las frutas, por su parte, habrían registrado una leve baja.
La carne, cuyo precio en 2022 estuvo atrasado respecto de la suba generalizada, habría trepado cerca de 4%, de acuerdo con la consultora. En torno de esta cifra se ubicarían los panificados y las bebidas alcohólicas.
A la misma cifra arribaron en la Fundación Libertad y Progreso, según sus cálculos hasta la tercera semana de enero. “Con esos datos podemos observar que la inflación continúa acelerándose. De este modo esperamos cerrar el mes con una tasa de 6,3%. Como consecuencia, la variación interanual del índice de precios treparía hasta 99,3%, acelerándose 4,5 puntos porcentuales desde diciembre”, explicaron.
De acuerdo con sus estimaciones, entre los rubros con más aumentos se destacan “Vivienda, agua, gas y electricidad” y “Transporte”. En el primer caso, la nueva quita de subsidios en agua, luz y gas se conjuga con los incrementos de los alquileres. Mientras que, en el segundo rubro se hicieron sentir el aumento promedio de 40% en el transporte público del AMBA y la suba de los combustibles. Por su parte, “Alimentos y bebidas no alcohólicas” habría presentado un avance de 4% mensual, según Lautaro Moschet, economista de la fundación.
Eco Go, por su parte, arribó a una cifra algo menor, del 5,6%. Sin embargo, coincidió en que los principales impulsores de la suba de este mes fueron los regulados, particularmente las tarifas, transporte (tren y colectivo), prepagas y combustibles. “Vemos que, a pesar de los acuerdos de precios, la inflación en alimentos se aceleró respecto al mes pasado y, según nuestras estimaciones, estaría en 4,9%”, destacó Rocío Bisang, analista de la consultora.
Por su parte, Claudio Caprarulo, de Analytica, proyecta una inflación de 5,8% por los mismos motivos. Destacó, a su vez, el aumento del 4% en naftas, 39% en colectivos y los recortes ya programados de subsidios a la electricidad, gas y agua para las familias de ingresos medios y altos.
“Hay que sumar que el aumento del dólar suma presión a los precios. Desde principio de año, el dólar blue trepó 10,1%, en tanto el dólar CCL se incrementó 4,7% y el dólar MEP lo hizo 7,5%. Por su parte, el tipo de cambio mayorista aumentó 3,7% y el crawling peg se desaceleró fuertemente en el último mes. En diciembre, la tasa promedio mensual de devaluación fue de 6,2% y actualmente se ubica por debajo de 5%. De confirmarse esta tendencia, quedaría demostrado que la estrategia del Gobierno sería retrasar el tipo de cambio tal como ocurrió durante 2021″, comentó Moschet.
Febrero también comenzará con subas en precios regulados, mientras el Gobierno negocia con las empresas la continuidad del programa Precios Justos. Las estimaciones del mercado la ubican por debajo del valor previsto para enero: cerca de 5%.
Los combustibles volverán a aumentar 4% en la segunda quincena (por último mes, ya que en marzo el ajuste debería desacelerarse levemente a 3,8%), se esperan incrementos en las tarifas de gas (último tramo de la segmentación), hasta un 9,8% de suba en telefonía e internet y aumentos en prepagas, en torno del 8%. Además, los inquilinos con contratos firmados en enero de 2022, es decir que cumplen un año desde la última actualización, tendrán un ajuste del 85,88%.
