El intendente de Resistencia, uno de los jefes comunales de peor imagen del país, volvió a decir que aspira a ser gobernador de la provincia del Chaco, más allá que en los pasillos del municipio corre el rumor que Gustavo Martínez está en conocimiento que los números en la ciudad no le favorecen, y que no hay encuesta (ni siquiera las impulsadas por su sector) que lo den con imagen positiva.
Pero si algo mostró Martínez es que es tozudo, y que cuando se le mete algo en la cabeza no hay con que frenarlo (salvo, como sucedió en varias ocasiones, en las urnas, donde casi siempre perdió).
Es así que la prensa municipal dio a conocer un comunicado a través del cual anticipan que buscará reemplazar a Capitanich en la gobernación.
Así, dijo que le gustaría quedarse “para siempre” en Resistencia: “Me gusta mucho mi ciudad, quiero a Resistencia, conozco los problemas que hay y sé cómo abordándolos; pero también siento que es necesario ofrecer otras cosas en la política chaqueña”, amplió.
Pero fue más allá y aseguró que su aspiración ahora es provincial. “El cansancio consume. No lo digo por Coqui porque creo que es una persona que le dio mucho al Chaco; pero sí creo que los equipos están totalmente agotados, que se nota por ahí la respuesta menos trabajada y más soberbia a los problemas porque el cansancio te consume y veo que él optó por generar condiciones de cambio, pero tiene equipos muy inexpertos que no pueden medir bien la cuestión social”, se explayó.
Por ello, ratificó que desde el CER se trabajará para generar una alternativa para gobernar la provincia: «Porque creemos que va a ser algo saludable para la etapa que viene. Conversé y converso con muchísima gente de distintos partidos provinciales; creo que debemos construir algo que aproveche todo lo que se hizo, que se hizo mucho en materia de infraestructura sobre todo, para poder dar el salto que necesitamos”, finalizó.
