Un grupo de la Fundación Rewilding Argentina que recorre el río Bermejo varias veces a la semana para que su presencia desaliente a los cazadores furtivos que aún merodean, pudo observar al yaguareté Qaramta –uno de los dos únicos ejemplares machos que habitan en la inmensidad del Parque Nacional El Impenetrable-. El felino fue visto cruzando el río a nado, entre las costas de Formosa y Chaco.
A pocas horas de haber comunicado la dolorosa pérdida de dos yaguaretés hembras que habitaban en el vecino Parque Nacional Iberá, la organización que desarrolla acciones para la preservación de varias especies en extinción, mostró en sus redes sociales fotos del gran yaguareté del Parque Nacional El Impenetrable, y lo hizo a través de un emotivo relato.
“El Bermejo es el río más salvaje del norte argentino. Desde sus nacientes en las sierras subandinas de Bolivia y el noroeste argentino hasta su desembocadura en el Paraguay fluye libre, sin represas que lo interrumpan ni grandes asentamientos humanos en sus márgenes”, revela el posteo de la fundación.
Y continúa: “En el sector que recorre el Parque Nacional El Impenetrable alcanza una belleza de la más salvaje. Allí, en sus márgenes pueden verse con frecuencia grandes mamíferos, como tapires, pequeños grupos de pecaríes de collar y enormes piaras de pecaríes labiados”.
Recuerda, luego, que “en 1889 los hermanos Leach navegaron este tramo del Bermejo y escribieron en sus cuadernos ‘hemos visto no menos de veintisiete tigres en tres días’”.
“Hoy, el gran felino está representado aquí solo por dos individuos machos que se mueven como ‘fantasmas’ en los montes de quebrachos y algarrobos de las márgenes del gran río. Observarlos es una hazaña casi imposible”, destaca la organización.
Revela así que “días atrás, un grupo de Rewilding Argentina que recorre el Bermejo varias veces a la semana para que su presencia desaliente a los cazadores furtivos que aún merodean, tuvo la inmensa fortuna de observar a Qaramta cruzando el río a nado entre las costas de Formosa y Chaco”.
“El Bermejo pareció, por un instante, ser más salvaje que nunca. Y Qaramta —‘el que no puede ser destruido’, en lengua Qom— nos recordó que, si trabajamos para la restauración del gran río salvaje, en pocos años podremos ver nutrias gigantes, ciervos de los pantanos y yaguaretés en sus márgenes, tal como lo hicieron los hermanos Leach hace ya más de 130 años”, concluye la fundación conservacionista.