La inspección se hizo en conjunto con el municipio y el médico veterinario policial.
Se realizó el control bromatológico en varios comercios y carnicerías de la localidad. Así, en un local se observó carne de dudosa procedencia y cámaras de higiene con falta de la misma. Los agentes secuestraron 50 kilos y 740 gramos de carne vacuna y la incineraron. Al mismo tiempo, labraron el acta al responsable del comercio.
Al notar los cortes de carne, los efectivos solicitaron al carnicero que exhiba documentación que acredite la procedencia del producto, pero este no las poseía. Así también notaron una falta de higiene en la cámara de frío, por lo que el médico veterinario, el área de bromatología y el Juzgado de Paz y Faltas, coincidieron en secuestrar e incinerar el producto.
