El lunes comienza movilizado en la Ciudad Judicial de Santa Rosa, donde el Tribunal de la ciudad comenzará esta mañana su audiencia previa al dictado de la pena por el brutal crimen de Lucio Dupuy. Los magistrados ya se encuentran en la sala, no así las asesinas, Magdalena Espósito Valenti, la madre del chico y su ex pareja, Abigail Páez, que no fueron trasladadas desde la cárcel donde se encuentran, el Complejo Penitenciario N°1 de San Luis, tras ser declaradas culpables el 2 de febrero.
En la sala, en cambio, se encuentra Cristian Dupuy, el padre del chico, junto a su abogado, Mario Aguerrido.
La audiencia de esta mañana es una audiencia de cesura, prevista en el Código Procesal Penal, en la que las partes harán apelaciones sobre la condena del tribunal.
La pena para las acusadas, según se confirmó esta mañana, se dictará el viernes a las 12.
A la audiencia concurrieron en forma presencial el fiscal general Máximo Paulucci; la fiscal Verónica Ferrero; las asesoras de niñas, niños y adolescentes, Graciela Massara y María Gabriela Manera; y personal de la Oficina Judicial. La defensora oficial María Silvina Blanco Gómez, el defensor oficial Pablo De Biasi y las imputadas participarán a distancia desde San Luis, donde Espósito Valenti y Páez permanecen detenidas.
La fiscal Ferrero, en el inicio de los alegatos, pidió que ambas acusadas sean condenadas a prisión perpetua porque, frente a los delitos cometidos, el Código Penal prevé solamente esa pena.
Aguerrido se sumó al planteo, pero le añadió el requerimiento de que la pena sea de reclusión por tiempo indeterminado, una alternativa que prevé el artículo 52 del Código Penal. Lo fundó, entre otras razones, en la extensión del daño provocado a “un chico absolutamente vulnerable”, agregando que la muerte de Lucio fue el final de un proceso de maltrato infantil.
Por su parte, Blanco Gómez le pidió al Tribunal que cuantifique la pena que le correspondería a Páez, por entender que si se aplicase la prisión perpetua –con las normas vigentes hoy en el país– “solo saldrá de la cárcel con su muerte, ya que actualmente la pena perpetua es material y literalmente perpetua”. Además, solicitó que esa cuantificación sea la mínima por la falta de antecedentes y afirmó que la Corte Suprema ya fijó la inconstitucionalidad de la reclusión por tiempo indeterminado.
Finalmente, De Biasi, al hablar por Espósito Valenti, dio argumentos similares. Requirió que se le cuantifique la sanción (habló de “una pena en años”). Sostuvo que la prisión perpetua que establece el Código Penal es inconstitucional. Según su argumento, los tratados internacionales impiden la aplicación de penas “crueles, inhumanas y degradantes”, y que con la perpetua ni siquiera la acusada tendría acceso –en algún momento– al beneficio de la libertad condicional para su “readaptación social”.
En sus réplicas a esos fundamentos, Ferrero manifestó que “la prisión perpetua es constitucional y no es contraria a las convenciones y tratados internacionales”; y Aguerrido remarcó que “la Corte Suprema ya fijó la constitucionalidad de la prisión perpetua” y que “no corresponde fijarla en años”.
Al comienzo de la mañana, un grupo de personas comenzó a pegar carteles en el vallado del lugar, pancartas que exigen justicia por Lucio. Son parte de “Asociación Civil Lucio Abel Dupuy”, de General Pico. Se trata de una organización que surgió en torno a la familia Dupuy, en esa localidad pampeana. “Todos pedimos la Ley Lucio”, exige una pancarta sobre la reja negra que blinda el acceso principal al palacio de Tribunales de Santa Rosa, en la esquina de Avenida Uruguay y El Fortín. El proyecto “Ley Lucio”, que se tratará en el Senado, estipula sanciones para funcionarios por incumplimientos de sus deberes, en casos similares al chico de La Pampa.
“Ni perdón ni olvido”, suscribe otro cartel grande, con los colores de Argentina y fotos del chico asesinado. “Justicia es perpetua”, impera otra pancarta, una consigna que se repitió en torno al caso de Fernando Báez Sosa.
“Estamos esperando que se haga justicia. Hoy queremos que el Tribunal revea la absolución de abuso sexual a la progenitora hacia Lucito. Por favor, que lo revean”, exigió antes de la audiencia Ramón, el abuelo de Lucio.
“También vamos a pedir que se agregue el agravante por odio de género, porque a Lucito lo mataron por ser varón, lo dicen las pruebas. No podes obviar una evidencia cuando tenés en la mesa todos los comprobantes”, insistió.