Un equipo de investigadores internacionales, liderado por la Fundación Lucha contra las Infecciones (FLI), ha descubierto una forma severa y necrotizante de la viruela del mono, la cual tiene una tasa de mortalidad del 15% en personas inmunodeprimidas con VIH avanzado.
El infectólogo del FLI, Oriol Mitjà, ha recomendado que esta forma grave de viruela del mono sea añadida a la lista de infecciones graves de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Centro para el Control de Enfermedades, ya que son particularmente peligrosas para personas con VIH en estadios avanzados. Además, Mitjà ha aconsejado que todas las personas con la viruela del mono se hagan la prueba del VIH.
La investigación, publicada por The Lancet, recopila una serie de casos de mpox en personas con VIH avanzado, en la que identifican una nueva forma grave de viruela del mono.
La mayoría de las infecciones por mpox en el brote internacional actual han pasado en redes sexuales de hombres homosexuales, bisexuales y hombres que tienen sexo con hombres, y entre el 38 % y el 50 % de las personas diagnosticadas con mpox el pasado año también viven con el VIH, la mayoría en tratamiento con antirretrovirales y que llevan una vida libre de enfermedad.
Si bien los investigadores estipulaban que la viruela del mono podía ser más grave en personas con VIH, hasta ahora no había un estudio que lo certificara.
Este trabajo ha analizado los casos de 382 personas con VIH avanzado, de las que 107 fueron hospitalizadas y 27 murieron.
Así, han descrito una forma muy grave de mpox caracterizada por lesiones cutáneas necrosantes, grandes y generalizadas, tasas altas de infecciones graves y, en algunos casos, lesiones pulmonares inusuales.
Esta forma de infección comporta una mortalidad del 15 % en personas con enfermedad avanzada por VIH e inmunodeprimidas y, según ha confirmado el estudio, las 27 muertes tuvieron lugar en este grupo inmunodeprimido.
Debido a esto, los investigadores pidieron añadir esta nueva forma de viruela del mono a la lista de enfermedades existentes del SIDA, para que médicos puedan proteger a las personas inmunodeprimidas.
Los consejos ante esta nueva forma
«Todas las personas con mpox deberían hacerse la prueba del VIH, y todas las personas en riesgo con VIH e inmunosupresión deberían tener prioridad en la vacunación preventiva contra el mpox y en el acceso a antivirales», pidió Mitjà, que recordó que la mayoría de las muertes por mpox han ocurrido en países con bajos niveles de diagnóstico de VIH o sin acceso universal a antivirales para mpox o VIH, y sin acceso a unidades de cuidados intensivas.
«Es necesario un esfuerzo global coordinado para garantizar el acceso equitativo a antivirales y vacunas en países donde la interacción de la infección por VIH no controlada y el mpox es más frecuente», agregó Mitjà.
Según el infectólogo de la Fundación de Lucha contra las Infecciones y del Hospital Germans Trias i Pujol, «cuando los médicos reconocen lesiones cutáneas necrosantes o afectación pulmonar, han de utilizar una vía clínica diferenciada y un enfoque intensificado, y las autoridades de salud deben priorizar la vacunación de las personas que viven con el VIH».
Actualmente, hay una lista de catorce infecciones que se comportan de forma diferente y son particularmente peligrosas para las personas inmunodeprimidas con infección avanzada por VIH, y los investigadores quieren que este mpox se incluya en esta clasificación para guiar el manejo de las personas con mayor riesgo de morir debido a estas infecciones.
Previamente a este trabajo, los investigadores habían publicado tres estudios de casos sobre el reciente brote global de mpox: el primero analiza la infección por mpox en hombres; el segundo describe la presentación de la enfermedad atendiendo a su virología, epidemiología, patogénesis o presentación clínica, y el tercero se centra en la infección por mpox en mujeres y personas no binarias.
