Luego que el municipio de Resistencia anunciara que volverán a licitar las obras de la Laguna Argüello, ya que en un año la empresa adjudicataria solamente ejecutó poco más del 15% de la obra, un grupo de vecinos se manifestó para que la gestión municipal «devuelva los espacios verdes».
Lo realizado por el gobierno de Gustavo Martínez verdaderamente es llamativo, ya que carece de toda lógica de gestión e incluso aleja -se mire como se lo mire- de una reelección.
Es que las tres obras que desde su concepción son criticadas, presentan notorios atrasos que hace sospechar que ni siquiera se inaugurarán antes de las elecciones anunciadas para septiembre.
En esa línea, un grupo de vecinos con el acompañamiento de Leandro Zdero y Alejandro Aradas, se reunieron en la Laguna Argüello para pedirle al intendente que de una vez por todas habiliten las plazas para los vecinos, haciendo hincapié en que hace un año las mismas están cerradas.
Los vecinos se congregaron con pancartas donde exigen que se les habilite lo que por derecho corresponde, agregando que las obras públicas no son para «negociados» y que los espacios verdes son necesarios para la habitabilidad.
La debilitada imagen del intendente dio este miércoles otro paso atrás al reconocer que la obra de la Laguna Argüello estaba paralizada (como denunciaron vecinos y opositores en reiteradas ocasiones), y habrá que ver que sucede con el parque 2 de Febrero y la plaza 25 de Mayo.
Es dable recordar que la Plaza 25 de Mayo, orgullo de los resistencianos, está cerrada también hace un año, y que funcionarios de la gestión municipal e incluso Gustavo Martínez dieron diferentes fechas de habilitación. Primero iba a ser diciembre, luego enero, posteriormente iba a habilitarse en el aniversario de la ciudad y ahora, la nueva fecha, es abril.
Claramente no hay un rumbo claro desde la comuna en lo que respecta a grandes obras, y quienes pagan el pato son, como siempre, los vecinos que hoy se cansaron y empezaron a hacerse oír.
