En 1981 una joven andinista tucumana recorría el Cerro Mercedario, en Calingasta, San Juan, con su hermana y su novio cuando en un accidente cayó en una zona de difícil acceso y murió. Su cuerpo nunca pudo ser hallado hasta el martes pasado que fue descubierto por unos turistas. Estaba adherido a un glaciar a 5000 metros de altura.
Tras el alerta a las autoridades, la Policía provincial y la Gendarmería Nacional realizaron un operativo el sábado para acceder al lugar, romper el hielo y así extraer el cadáver y trasladarlo en un helicóptero, con el debido apoyo de la Fiscalía, Criminalística y el Grupo Geras, informó Tiempo de San Juan.
Si bien en un primer momento se creyó que era el cuerpo de un andinista alemán, Andreas Colli, perdido en diciembre del 2002, luego se determinó que era una mujer de entre 18 y 30 años y el cuerpo tenía restos de vestimenta de andinista. Debido a los registros del lugar, se realizaron tres denuncias de desaparición de personas en el Cerro Mercedario, de las cuales solo una era una mujer.
Así es como se cree que el cuerpo sería de Marta Emilia Altamirano, una joven de 20 años que se perdió en ese lugar durante una expedición en 1981. Según la autopsia, realizada en la Morgue Judicial de San Juan, el cuerpo tiene uno de sus pies desprendido y la muerte se produjo a causa de politraumatismos.
Para verificar la identidad del cuerpo se realizó un examen de ADN y las autoridades están a la espera de los resultados. De acuerdo a los medios locales, fue contactado el hermano de la joven que viajó a San Juan para ponerse al tanto de la investigación.
Quién era Marta Emilia Altamirano
Marta Emilia Altamirano, a quien le decían “Patty”, su hermana Corina y su novio Sergio Bossini, partieron el 23 de marzo de 1981 desde Barreal y pararon en el paraje Hornadillas, en el destacamento Álvarez Condarco de Gendarmería Nacional.
El 27 de marzo, comenzaron el ascenso al cerro. Ante la llegada de la noche, cerca de las 19, decidieron hacer base al pie de un glaciar de 4300 metros de altura, detallaba el informe que realizó en ese entonces el Club Andino de Tucumán.
Marta Emilia fue a recorrer la zona y fue cuando en un momento “no hizo pie y se deslizó cientos de metros abajo”, testificaron en 1981 su hermana y Bossini.
Ambos intentaron ir a buscarla, pero debido a que ya era de noche, no había luz suficiente para dar con ella. Al día siguiente la encontraron, pero estaba muerta. Debido al difícil acceso en la zona, decidieron ir a buscar ayuda para recuperar el cuerpo.
El 29 de marzo llegaron a uno de los puestos de Gendarmería para pedir auxilio y junto con un grupo de profesionales fueron hasta el lugar de la muerte de María Emilia, pero el cadáver se encontraba ya bajo la nieve.
Bossini regresó al año siguiente junto a otros andinistas y nuevamente fue imposible recuperar el cuerpo, hasta ahora, casi 43 años después.