Las crías son producto de la segunda junta de Tania, la hembra de cautiverio, con Qaramta, uno de los pocos yaguaretés silvestres registrados en el Chaco argentino. Las crías, que podrán ser liberadas en el futuro, traen esperanza para la recuperación de la especie.
La yaguareté de cautiverio Tania y uno de los últimos yaguaretés silvestres del Chaco, Qaramta, tuvieron nuevamente cachorros: esta vez fueron tres crías, nacidas alrededor del 2 de febrero de 2023, cuando la madre se recluyó a su madriguera. Generalmente los yaguaretés paren dos cachorros y esta es la primera vez que en los proyectos gestionados por Rewilding Argentina ocurre un nacimiento triple. Lamentablemente, uno de ellos —el más pequeño— falleció pocos días después de nacer, algo que sucede habitualmente en la naturaleza.
Takajay y Nalá, los dos cachorros que Tania y Qaramta tuvieron en 2021, ya viven en corrales independientes y continúan creciendo saludables en el Parque Nacional El Impenetrable hasta que puedan ser liberados. Estos nacimientos son el resultado de un trabajo mancomunado entre Rewilding Argentina, la Administración de Parques Nacionales y el Gobierno del Chaco en pos de revertir la extinción de la especie en la región.
Con una situación tan crítica como la del yaguareté en Argentina es imprescindible tomar decisiones activas y audaces que posibiliten recuperar las poblaciones restantes y enriquecer y aportar a su variabilidad genética. Gerardo Cerón, Coordinador de conservación del proyecto El Impenetrable de Rewilding Argentina, destacó: «Al día de hoy, Qaramta engendró a siete yaguaretés gracias a estas acciones de manejo activo de grandes felinos, como cruzar una hembra de cautiverio con un macho silvestre, algo que no se había hecho nunca antes en el mundo».
Los dos nuevos cachorros se suman a los individuos que podrán ser liberados en un territorio en el que no se tenía certeza de la presencia del yaguareté en el Chaco argentino hasta septiembre de 2019, cuando se descubrieron las huellas de Qaramta a orillas del río Bermejo. Al poco tiempo de su descubrimiento se logró capturarlo, equiparlo con un collar satelital e iniciar un proyecto de recuperación de la especie que, si bien está en sus comienzos, ya está resultando muy prometedor.