El presidente de la Nación llegó en las últimas horas al Sanatorio Otamendi para una intervención médica denominada técnicamente “bloqueo radicular”, tras la hernia de disco lumbar que le fue diagnosticada días atrás a partir de un dolor en la columna que empezó a sufrir la semana pasada y que lo mantuvo inmovilizado en la residencia de Olivos.
El dolor se inició la semana pasada, según revelaron fuentes oficiales, cuando el Presidente se agachó para levantar una caja durante una reunión social. Desde aquel mal movimiento, la dolencia se agudizó y el martes debió ser internado en la clínica privada, donde se le realizaron estudios. Ese día, la Unidad Médica Presidencial diagnosticó que sufría una hernia, a la altura de la cintura, una condición que ocurre cuando uno de los amortiguadores cartilaginosos (discos) que se encuentran entre los huesos (vértebras) se “rompe” y la “sustancia gelatinosa se escapa e irrita los nervios de alrededor”, según explicaron especialistas.
Desde Presidencia adelantaron que, de no existir complicaciones, el mandatario retornaría a sus actividades la próxima semana.