Este martes dos jefes comunales apuntaron a los planes sociales para captar parte del electorado, fundamentalmente el relacionado a aquel sector que aborrece de los planes sociales.
Se trata de Horacio Rodríguez Larreta, Jefe de Gobierno de CABA, y de Gustavo Martínez, intendente de Resistencia, que en la misma sintonía apuntaron contra los planes sociales, aunque disfrazando el mismo poniendo como blanco a los «intermediarios».
Bien temprano este martes, Rodríguez Larreta dijo que «Si me eligen presidente termino con la intermediación de los planes sociales».
Más tarde, fue el intendente de Resistencia quien dijo que cuando sea gobernador «cada plan social de los chaqueños tendrá un sistema de certificación directamente desde el ejecutivo provincial, sin intermediarios».
Claramente, en el caso del bonaerense, los planes sociales es un tema que está en agenda hace mucho tiempo. Más si se tiene en cuenta que desde el PRO constantemente se hace mención al recorte del gasto público, poniendo especial énfasis en las ayudas sociales.
Llama la atención (aunque cada vez menos), que Martínez se pronuncie en idéntico sentido, teniendo en cuenta que pesan sobre su espalda acusaciones de utilizar los contratos como moneda de cambio, haciendo ingresar al estado un importante número de trabajadores.
Tal vez se trate de una estrategia para sumar el voto de los vecinos que están cansado de los piquetes. De hecho en los últimos meses recurrió a la justicia para evitar los cortes de calle. Pero no deja de ser llamativo la concordancia con uno de los líderes del PRO, que aparece como uno de los candidatos más potables para suceder a Alberto Fernández, pero donde Martínez siempre se ubicó en las antipodas ¿O será que no es tan así y que en realidad están más cerca de lo que aparentan?
