La hermana de Marcela Acuña, cuñada de Emerenciano Sena y tía de César Sena, habló por primera vez en los medios desde que entregó a su sobrino el pasado sábado por el presunto femicidio de Cecilia Strzyzowski. Junto a su marido, el periodista Ricardo Goya, brindó declaraciones al medio América TV que generan polémica.
«Antes que nada quiero abrazar a la mamá de Cecilia», dijo Patricia Acuña desde el living de su departamento y acompañada por su pareja.
«Nos sentimos desprotegidos e indefensos», agregó Goya inmediatamente y afirmó que la situación es muy dolorosa. «Somos familiares de detenidos y desaparecidos durante la dictadura», agregó el comunicador con la intención de expresar una supuesta empatía o acompañamiento en el dolor de la familia Strzyzowski.
«Él (por César) nos decía que no sabía dónde estaba, que no hizo nada», dijo Acuña al contar qué habló con su sobrino durante la tarde/noche previa a entregar a su sobrino en la Comisaría Tercera cuando lo mantuvo oculto mientras pesaba sobre el joven un pedido de captura internacional.
«Cuando estuvo con nosotros fue el César cariñoso de siempre. El del ‘te amo tía’. Y después hablamos que lo mejor era ajustarse a derecho, convocamos a un abogado cercano al movimiento (Juan Díaz, quien renunció posteriormente a la defensa de Sena por diferencias irreconciliables) y coincidimos en que lo mejor era que se entregue y así lo hizo», expresó la pareja en un intento de cronología.
Asimismo, Patricia Acuña añadió aparentemente dolida: «Si César mató a Cecilia que se pudra en la cárcel. Y yo soy la tía».
Finalmente otro punto que llamó mucho la atención, pero que no se pudo profundizar por algunos gestos y toques entre Goya y Acuña que evitaron detalles, tuvo que ver con la mención a Marcela Acuña. «No era mi hermana Marcela a la que vi», alcanzó a decir la mujer, sin ahondar en el tema, en referencia a la madre de César y acusada de ser coautora del presunto crimen.
Por último es pertinente mencionar que tampoco fueron claros Acuña ni Goya ante la pregunta sobre los rasguños que César Sena tenía en el cuello días después de la desaparición de Cecilia. La mujer dijo que no vio esas marcas, y su marido afirmó que fueron producto de Jiu Jitsu o Aikido, actividades que su sobrino practica.
