El virus rugoso del tomate (Tobrfv) ha causado serias preocupaciones en la industria agrícola, afectando gravemente los cultivos de tomate y pimiento en todo el mundo. Originario de Israel, donde se detectó por primera vez en 2014, este peligroso virus ha mostrado una propagación rápida y preocupante. Desde entonces, ha llegado a países como Jordania, México, Estados Unidos, y ahora, por primera vez, se ha reportado en la provincia de Corrientes, Argentina.
En diciembre de 2022, se observaron síntomas alarmantes en plantas de tomate cultivadas en invernaderos de Santa Lucía y Lavalle, Corrientes. Las hojas de las plantas mostraron signos característicos de la infección por tobamovirus, como el mosaico y el moteado, estrechamiento en forma de aguja y clorosis en las hojas jóvenes. Estos síntomas generaron preocupación entre los productores locales.
Para abordar esta emergencia fitosanitaria, el Laboratorio de Fitopatología Hortícola, ubicado en la Estación Experimental Agropecuaria del Inta Bella Vista, dio a conocer un importante hallazgo. En la prestigiosa revista científica New Disease Reports, el equipo publicó el primer informe sobre la presencia del virus rugoso del tomate en la provincia de Corrientes y en toda Argentina.
En respuesta a esta nueva amenaza, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ha declarado una alerta fitosanitaria para todo el país, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2024. El objetivo principal de esta medida es fortalecer las acciones destinadas a evaluar la situación del virus en el país, detener su propagación y erradicar los focos que puedan surgir. Además, se buscará informar y concientizar a los productores y a la sociedad en general sobre la gravedad de esta enfermedad.
Los frutos afectados en Corrientes presentaron lesiones necróticas y una maduración manchada, lo que aumentó la alarma entre los agricultores locales. Más del 50% de las plantas en los invernaderos afectados mostraron síntomas, lo que sugiere una alta incidencia de la enfermedad y una posible transmisión mecánica.
El laboratorio llevó a cabo pruebas exhaustivas en muestras de hojas recolectadas de los tres sitios afectados. Se utilizaron pruebas ImmunoStrip® para el virus del mosaico del pepino, el virus del moteado leve de la pimienta (Pmmov), el virus del mosaico del tabaco (TMV) y Tobrfv. Las pruebas revelaron que solo Pmmov, Tobrfv y TMV resultaron positivos, confirmando la presencia del virus rugoso del tomate en la región.
Para demostrar la patogenicidad del virus, los investigadores molieron las hojas sintomáticas en una solución tampón de fosfato y luego inoculó la suspensión resultante en plantas de tomate sanas. Diez días después de la inoculación, las hojas comenzaron a mostrar síntomas de mosaico, lo que confirmó su relación con el Tobrfv.
Para prevenir la propagación del virus, se han implementado medidas fitosanitarias en los invernaderos afectados, que incluyen la desinfección regular de herramientas, el deshoje de plantas con síntomas y la delimitación de áreas de cuarentena.
Dado que Santa Lucía y Lavalle son zonas de producción de tomate clave en Corrientes, se llevarán a cabo monitoreos de campo y la recolección de muestras durante la próxima temporada de producción para un análisis continuo. Es fundamental que los agricultores, el gobierno y las autoridades estén alerta y trabajen juntos para contener y erradicar esta amenaza emergente en el cultivo de tomate, protegiendo así la economía agrícola del país.