La jueza de Garantías María Cristina Sánchez ordenó la libertad del joven de 21 años, sobrino de un policía, quien fue detenido el fin de semana acusado de secuestrar e intentar abusar sexualmente de un menor de 10 años en un descampado del barrio Costa Esperanza de la ciudad de Corrientes el pasado 31 de julio.
La resolución del caso se dio con absoluta celeridad en menos de 24 horas. Por la mañana, el imputado fue identificado por la víctima en una rueda de reconocimiento. El chico lo señaló como uno de los jóvenes que lo atacaron en el baldío con el fin de someterlo.
Al mediodía se realizó la acusación de la querella, por los delitos de rapto y abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa.
A las 13.30 horas, se llevó a cabo la audiencia donde el abogado querellante Hermindo González, la fiscal Andrea González y la asesora de Menores, Sonia Morello solicitaron la prisión preventiva del imputado.
Se argumentó que el sujeto estaba prófugo de la justicia y existe riesgo de fuga, que mintió dos veces con los datos de su domicilio, que amedrentaba a los vecinos para que no declaren en su contra e incluso hostigó a la víctima.
La jueza Sánchez entendió que no hay riesgo de fuga y que los vecinos pueden declarar con todas las garantías y cuidados de la Policía.
Es por eso que ordenó la inmediata liberación de J E C.
La resolución judicial llegó a la Comisaría Décimo Tercera por la tarde y el joven recuperó la libertad. Cada 15 días deberá presentarse ante la Fiscalía o la dependencia policial que se designe.
Además prohíbe el acercamiento «a una distancia de 100 metros del barrio Loma Alta y la prohibición de acercamiento a 500 metros del niño, su grupo familiar y los lugares de concurrencia a los mismos.
Cabe recordar que el caso que conmocionó a Corrientes ocurrió el pasado 31 de julio, alrededor de las 21.15 en el barrio Costa Esperanza.
«Estaba jugando con el hermano más chico de 7 años. Primero estuvo en la cancha, detrás de la iglesia, y después prácticamente en la vereda de la casa», contó su padre. «El nene no fue violado, pero sí hubo un intento de abuso».
«Cuando termina de jugar acompaña a un amigo hasta su casa y «cuando estaba regresando le perdimos el rastro», sostuvo.
En ese momento comenzó la búsqueda por el barrio y lograron dar con el nene «gracias a una vecina que contó lo que estaba pasando», detalló en declaraciones a la prensa.
El menor fue encontrado al lado de una casa, en un monte, semiatado en las manos, con una bolsa de nylon blanca y tenía la remera metida en la boca.
De urgencia lo llevaron inconsciente hasta la sala de atención primaria el barrio Esperanza.
Intentaron reanimarlo y no hubo caso, por lo que pidieron un móvil y fue trasladado al Hospital Pediátrico. Vecinos reaccionaron e intentaron quemar la casa de uno de los supuestos agresores y se registró un enfrentamiento con la Policía.
En la causa fue detenido un joven que al parecer tuvo algún grado de participación en el hecho. Sin embargo en la rueda de reconocimiento, no pudo ser identificado por la víctima y horas después también recuperó la libertad.
Fuente: el litoral