Patricia Bullrich quedó en el camino ayer, y perdió toda chance de presidir el país tras confirmarse el balotaje entre Massa y Milei. Entre las causas de la derrota electoral de la alianza opositora, que incluye al PRO y la UCR, el macrismo apunta a votos radicales que fueron al candidato de Unión por la Patria.
La situación de cara a la segunda vuelta a nivel político se torna cada vez más complejas y la suspicacia cala hondo en todos los actores que tendrán roles determinantes en los comicios del 19 de noviembre. Massa llamó a la unidad nacional, y convocó directamente a los radicales anunciando que la grieta se terminó. Milei salió a buscar votos de JxC, pero prefiere un ala más conservador que sería con Macri y Bullrich a la cabeza.
Estos cimbronazos políticos entre libertarios, peronistas, radicales y el PRO comenzaron antes de la votación de ayer. El punto de mayor conflicto inclusive se registró a una semana aproximadamente de las elecciones, cuando Macri le hizo guiños a Milei y criticó a Morales y Valdés por aparecer en un acto junto a Sergio Massa.
Las declaraciones de Macri, quien afirmó que el populismo es contagioso, desató la furia del radicalismo y recrudeció una interna que hoy parece insalvable. Allí empezó a tejerse la teoría de un apoyo radical a Massa, en contra de Bullrich y también para golpear electoralmente a Javier Milei. Los resultados de ayer efectivamente parecen demostrarlo: Bullrich apenas superó el 20% de los votos y quedó muy atrás en provincias de gestión radical o en distritos donde el radicalismo gobernará a partir del 10 de diciembre.
En el macrismo sostienen que la UCR jugará para Massa en la segunda vuelta, y acusan al partido centenario de una maniobra rupturista para con Juntos por el Cambio.
Por otro lado, la UCR recuerda que todo comenzó con la imprudencia y la irresponsabilidad de Macri previo a los comicios tanto primarios como generales. Y además remarcan que siempre el PRO tuvo la intención de liderar la coalición sin tener mucho en cuenta al radicalismo.
Finalmente, pero con suma importancia en cuestión definitoria para el gobierno de más de 40 millones de personas, están Massa y Milei. Uno de los dos será presidente. Uno llama a la unidad nacional con apoyo de distintos sectores que incluyen hasta a la trotskista Miryam Bregman y el llamado a los radicales a sumarse a Unión por la Patria; el otro profundiza su discurso conservador y hacia la derecha convocando al PRO y al sector más duro de Juntos por el Cambio para intentar sobreponerse de lo que fue un primer embate contra La Libertad Avanza.