El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, se pronunció con relación al acuerdo político entre Patricia Bullrich y Javier Milei, y se refirió sobre el rol de los mandatarios provinciales opositores luego del 10 del diciembre.
Valdés, uno de los presentes en la reunión que protagonizaron los gobernadores de Juntos por el Cambio, señaló que Mauricio Macri y Patricia Bullrich “se mandaron solos” en una alianza con el candidato presidencial de La Libertad Avanza, y que no representan al conjunto de la coalición opositora. “Hay muchísimos votantes nuestros, muchísimos, que comparten esa posición y hay algunos menos que comparten otra”, consideró.
Consultado en Radio Mitre sobre la postura de los gobernadores de cara al balotaje, no habló de neutralidad, sino que defendió la idea de “individualidad”. “Individualmente, yo personalmente voy a tomar una decisión. Y los ciudadanos van a tomar una decisión. No necesitan que ningún político en este momento le diga qué hacer”, sostuvo.
En esta línea, amplió: “Es una petulancia creer que el dirigente político maneja al ciudadano. El ciudadano es el que le maneja al dirigente político y nosotros vamos a respetar la voluntad individual que toma cada uno de ellos”. Sin embargo, señaló: “Hoy estamos nosotros con una posición mucho más fuerte para el cambio, así que seguramente vendrán por ahí los resultados, pero hay que trabajar y cada uno de los partidos políticos va a tomar su decisión”.
Por otro lado, Valdés afirmó que los diez gobernadores de Juntos por el Cambio tendrán un papel político importante a partir del 10 de diciembre. “El que gobierne se va a encontrar con 10 gobernadores que vamos a estar trabajando juntos y que vamos a construir lo que necesitamos y no descartamos sumar a nuevos gobernadores para darle un poco de armonía a la República Argentina. Antes teníamos una grieta y yo creo que ahora tenemos una fosa en la Argentina”, indicó.
“Los argentinos vamos a comenzar cayendo en la fosa si nosotros no le damos razonabilidad a la Argentina y no construimos un proyecto realmente que convoque a todos los argentinos a una unidad para salir de este lugar a donde estamos”, sostuvo el mandatario radical.
Y completó: “Hoy estamos yendo, y lo dije con claridad en la elección, incluso fue viral, no se está gobernando bien y tenemos que cambiar. 60% de pobres, 50% de pobres, la inflación al 140%. Esto tiene que cambiar, necesariamente tiene que cambiar, tiene que corregir el rumbo de la Argentina o sino, como yo decía hace un año, estamos derecho a pegarnos una piña”.
La nueva liga de gobernadores, en este caso de la oposición, que agrupa a los mandatarios que representan a Juntos por el CambioLa nueva liga de gobernadores
Valdés y el resto de los mandatarios provinciales opositores se reunieron ayer en la Casa de Corrientes, en la Ciudad de Buenos Aires, en la calle Maipú 271. Allí, en un salón de eventos, rodeado de cuadros de arte y alrededor de una larga mesa de madera color marrón, los dirigentes conversaron sobre la situación política de Juntos por el Cambio y las repercusiones de un miércoles eterno.
Se trata de un grupo de 10 dirigentes, con un gobernador en ejercicio y nueve mandatarios electos este año. Además de Valdés, son Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio “Nacho” Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco), Marcelo Orrego (San Juan). No pudieron estar Jorge Macri (CABA), que prefirió esperar a ser proclamado electo por la Justicia, Maximiliano Pullaro (Santa Fe), de viaje en Estados Unidos, y Claudio Poggi (San Luis).
En un comunicado, los gobernadores se desmarcaron de la decisión de Bullrich y Macri sobre apoyar a Milei y marcaron una postura neutral, de equidistancia. Optaron por no pronunciarse, enumeraron las prioridades políticas, institucionales y económicas que defenderán y resaltaron la importancia de mantener cohesionada a la coalición. “Los gobernadores electos y en ejercicio de JxC ratifican, sostienen y garantizan la unidad”, expresaron.
Los 10 dirigentes tienen múltiples razones para adoptar la neutralidad. Primero, por un rol institucional. Segundo, porque tienen miradas políticas distintas sobre el proceso electoral y optaron por conciliar visiones para que prime una postura orgánica del nuevo bloque federal. Y tercero, acaso lo más importante, porque como gobernadores electos eligen no correr riesgos al apoyar a un candidato que eventualmente pierda y comenzar sus mandatos en confrontación con el flamante Presidente de la Nación.
Fuente: Infobae
