En un hecho que ha conmocionado a la localidad de Curuzú Cuatiá, Aldana B. se encuentra en prisión preventiva en el área de seguridad del hospital de salud mental San Francisco de Asís. La mujer enfrenta cargos por la muerte a puñaladas de sus hijos, Sofía y Dylan, de 5 y 8 años respectivamente. La fiscal a cargo del caso, María José Barrero Sahagún, está llevando a cabo la recolección de pruebas para sostener la imputación.
La fiscal reveló una hipótesis inicial que sugiere que los homicidios podrían haber sido perpetrados como un acto de venganza contra el padre de los niños. Aparentemente, la pareja estaba en proceso de separación antes de los trágicos acontecimientos, aunque no se registran antecedentes de maltratos o violencia hacia los niños antes del suceso.
En declaraciones a Radio Sudamericana, Barrero Sahagún explicó: «La hipótesis que manejamos está avanzada. Tenemos elementos secuestrados y pericias en curso para su análisis. También se ha ordenado la prisión preventiva de Aldana». La fiscal destacó que la imputación se mantiene debido a que la acusada es considerada imputable en la comprensión de los actos cometidos.
La investigación incluye pericias psicológicas, psiquiátricas y de asistencia social, aunque se espera que los resultados lleven algún tiempo. La fiscal señaló que Aldana B. no tomaba medicación, y aún no se han recibido los resultados de los exámenes en busca de posibles estupefacientes en su cuerpo.
En relación con el padre de los niños, la fiscal informó que está experimentando una profunda situación de duelo. «Ni bien pudimos entrevistarlo, pudimos recoger datos necesarios para la causa. Él está muy consternado por perder a sus dos únicos hijos», expresó Barrero Sahagún. Además, confirmó que al momento del asesinato, tanto el padre como la madre de los niños convivían como pareja, y él se encontraba trabajando en el campo cuando ocurrieron los trágicos hechos.