El ministro de Economía y candidato a presidente de la Nación por Unión por la Patria disertó ante el G-6 empresarial de la Argentina, algo así como el núcleo duro y más influyente del territorio nacional, para luego concluir sus acciones proselitistas en un establecimiento educativo con críticas a Javier Milei.
Frente a un auditorio que reunió a los empresarios más importantes de la Argentina, el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, aseguró que buscará ser “el presidente que entierre definitivamente la grieta y que inaugure una nueva etapa en la Argentina”, si finalmente se impone en las elecciones del próximo domingo. El ministro de Economía habló en un almuerzo con el Consejo de Inversiones para el Comercio y la Producción (Cicyp) en el centro porteño.
Además, advirtió que “no puede ser que haya 150 impuestos en la Argentina, no se puede seguir con este festival de impuestos con doble o triple imposición”, pero advirtió que esos cambios se realizan “con diálogo y no con agravios”. Massa habló ante los empresarios que integran el G6, que reúne a las principales cámaras y asociaciones patronales del país, defendió sus propuestas y se diferenció de los planteos de campaña del libertario Javier Milei.
“Sé que tantos años en la vida pública a muchos les genera duda, y la discusión de siete meses termina casi agotando a la gente. Los procesos electorales no pueden ser tan largos, porque además se generan incertidumbre e inestabilidad, sobre todo cuando hay tanto antagonismo”, afirmó Massa. “En los próximos días definimos en qué modelo de país queremos vivir. Entiendo que algunos, después de tantos años de vida pública, puedan tener dudas sobre mi persona, sobre mis ideas, pero el compromiso público es la mejor forma de garantizar su cumplimiento”, aseguró.
“Quiero ser desde el 10 de diciembre el presidente que entierre definitivamente la grieta y que siente a ustedes a la mesa”, afirmó Massa dirigiéndose a los empresarios, al tiempo que planteó como prioridad la creación de “más trabajo y mejor remunerado”. “Quiero ser el presidente que inaugure una nueva etapa, sin las dicotomías amigo y enemigo, el campo y la industria, el interior y la ciudad”, afirmó.
El candidato de Unión por la Patria también advirtió que “el pasado ya no se discute más”, al rechazar la contraposición de otros presidentes, a los que no nombró pero que pareció referirse a Cristina Kirchner y Mauricio Macri: “Somos dos los que podemos gobernar” a partir del 10 de diciembre, afirmó, en relación a Milei, el candidato libertario. Tras su discurso, respondió preguntas de los empresarios y lanzó una frase envenenada: “Perdón por la tos, esperemos que a ustedes no les moleste”, dijo en relación a la controversia post debate presidencial.
CIERRE DE CAMPAÑA
Minutos después de las 16 el ministro de Economía se bajó de la camioneta que lo suele trasladar e ingresó por una puerta lateral al colegio. Adentro lo esperaba el ministro de Educación, Jaime Perczyk, y el legislador porteño Juan Manuel Valdés. Los estudiantes estaban atravesados por la ansiedad, a la espera del único candidato presidencial del balotaje que defiende la continuidad de la educación gratuita.
El bullicio se terminó cuando Massa agarró el micrófono y, después de varios saludos, se decidió a hablar. En ese instante de silencio un grupo de personas se asomó por la ventana de un edificio continuo y empezó a gritar. “Vamos Sergio”, gritó con fuerza un hombre calvo que tenía medio cuerpo afuera. Cuando el tigrense alzó la vista, una mujer le mostró un cartel que decía: “Un gran remedio para un gran mal”. De un lado del afiche la cara de Massa, del otro la de Javier Milei. Los gritos volvieron a copar el patio.
“Que este sea nuestro cierre de campaña representa el país que queremos. Vengo a decirles que vamos a defender y mejorar la educación pública, inclusiva y gratuita”, aseguró el candidato peronista. En ese instante se desató la primera ovación de la tarde que le dio vida al grito de guerra que tiene la militancia oficialista: “El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”.
No hay mayor libertad que ustedes puedan elegir donde estudian y no tengan que andar mandando un voucher o un cheque para ver si pueden estudiar”, explicó el ministro, en clara alusión a la propuesta de Milei, a quien no nombró en toda la tarde. Buscó dar un discurso limpio de cuestionamientos al candidato de La Libertad Avanza (LLA) y evitar la confrontación. Un mensaje directo al electorado joven.
El candidato de UP quiso que su último mensaje sea para el público más joven del padrón electoral, un sector mayoritariamente cautivado por Milei y la revolución libertaria que se instaló intempestivamente en el proceso electoral, logrando llegar a la segunda vuelta frente al oficialismo. “Les pido que los que tengan cerca les expliquen los daños de las otras propuestas y traten de convencerlos. Sin faltarles el respeto. Les pido que me ayuden. El voto joven es súper importante en términos de participación electoral y de definición del proceso electoral”, sostuvo.
“La mayor utopía es defender la igualdad de oportunidades”, les dijo Massa a los jóvenes, que lo escucharon durante 40 minutos. Después de contarles que su padre empezó como albañil y terminó abriendo una empresa de construcción, expresó: “Construir un país con igualdad de oportunidades es pensar que el hijo de un albañil tenga la misma oportunidad que cualquier otro de ser presidente”.
Luego, agregó: “Es muy importante que ese diálogo, con violencia y descalificación, con falta de respeto, que intentan quitarle legitimidad a la expresión de derechos de los argentinos, nosotros le aprendamos a poner la otra mejilla”.
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Con información de Infobae. Foto principal: Maximiliano Luna.