Cinco millones de personas se encuentran habilitadas para votar entre el candidato de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, y el postulante de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei.
Después de un tramo final de campaña tenso y plagado de acusaciones cruzadas, Sergio Massa y Javier Milei se enfrentarán este domingo en un balotaje que determinará la sucesión de Alberto Fernández y reconfigurará el mapa político de Argentina a partir del 10 de diciembre.
Para algunos chaqueños esta será la sexta vez que recurra a las urnas en lo que va del año y para la gran mayoría la quinta. En esta oportunidad, son 35.394.425 electores habilitados en todo el país y un total de 104.577 mesas dispuestas para el sufragio: 1.001.912 chaqueños (2,83% del padrón nacional) están habilitados para sufragar.
El clima enrarecido e incierto que sobrevolaba los búnkeres de ambos candidatos hasta anoche se debía, en gran medida, al número de indecisos pronosticado por las encuestas, que auguraban un resultado parejo. A pesar de reconocer una leve ventaja en favor de Milei, tanto en La Libertad Avanza como en Unión por la Patria optaron por la cautela.
Las acusaciones de fraude por parte del candidato libertario y su entorno cobraron inusual relevancia durante la campaña, marcada por manifestaciones negativas. Este sábado, los apoderados de ambos sectores fueron convocados de urgencia por la Cámara Nacional Electoral para bajar el nivel de confrontación y evitar sospechas infundadas sobre el resultado.
Massa y Milei llegan al balotaje después de la sorpresiva victoria del ministro de Economía en las generales de octubre. El candidato de UP se impuso con el 36,7% frente al 29,9% de Milei. Juntos por el Cambio, con Patricia Bullrich como candidata, tuvo una frustrante performance con el 23,83% de los votos.
Desde entonces, Massa centró su estrategia personalista, despojándose de cualquier insignia kirchnerista y desmarcándose de la crisis económica. En cambio, Milei selló un acuerdo electoral con Macri, quien decidió jugarse su futuro político detrás del candidato de La Libertad Avanza.
El balotaje dejó de ser solo Massa vs. Milei para convertirse en Massa vs. Milei y Macri, polarizando la oposición detrás de esta dicotomía. Massa insistió en su plan de polarización, mientras que Milei, un candidato outsider ultraliberal, capitalizó el malhumor social con el sistema político.
La disputa se focaliza en distritos clave como la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y la ciudad de Buenos Aires. Córdoba, la segunda provincia con mayor peso, podría ser determinante en el resultado final.
Massa apunta a captar al electorado opositor y construir un «gobierno de unidad nacional», mientras Milei busca consolidar su alianza con Macri. Del resultado de este balotaje dependerá el futuro político de Cristina Kirchner y Macri, marcando un cambio de época y configurando un nuevo mapa del poder en Argentina.