La versión más refinada del diésel superó los 500 pesos en la estatal. Operadores sostienen que el «atraso» con el precio internacional se mantiene en un 30 por ciento.
Sábado de novedades en los precios de los combustibles, el efecto del resultado del balotaje ya se siente en las pizarras. Sabido es que la idea del gobierno de Javier Milei es que el «mercado se regule solo» y que es reconocido por propios y extraños que el precio del producto mantiene un retraso en precios internacionales.
Picó en punta la estatal YPF con aumento de hasta el 14 por ciento en la nafta Super, pasó de 329 a 376, una suba del 14%, la versión más refinada se trasladó de 415 a 469 pesos. En diésel, la presentación tradicional saltó de 357 a 401 pesos y el Premium de 455 a 507 pesos.
El anterior incremento fue a inicios de mes cuando el alza fue del 9,5% en promedio por lo que si tiene en cuenta lo que rige desde hoy, el aumento en este mes fue del 24 por ciento.
Lo cierto es que para el sector, el valor sigue «retrasado» en relación con otros componentes de la economía como consecuencia de los meses que se mantuvo congelado el precio por decisión del Ejecutivo nacional atento a lo que representan los combustibles en los costos de logística de toda la cadena económica.
