El crecimiento de Juntos por el Cambio en la provincia del Chaco, un bastión peronista desde siempre, viene dándose desde el año 2021, cuando en las PASO de esas elecciones de Medio Término las listas opositoras se impusieron a la de Capitanich, que después metió una campaña pocas veces vistas para dar vuelta esos resultados. Sin embargo, respecto a las bancas, la oposición salió ganando.
Pero, en 2021 y ávidos de seguir con algo de poder, el CER negoció con el «coquismo» la presidencia de la Legislatura a cambio de apoyarlo a Capitanich en esas generales. Fue así que en una movida polémica, pero válida, el Frente Chaqueño no sólo se quedó con la presidencia (que le correspondía), sino que además el gustavismo negoció con el Frente Integrador para que sea Elida Cuesta (quien en el 2019 había ingresado en el noveno lugar) presida el espacio por encima de figuras de peso como por ejemplo Hugo Sager.
Y la cosa no quedó ahí, ya que históricamente la vicepresidencia de la Legislatura le correspondía a la primera minoría, es decir, debía ser para Juntos por el Cambio y Leandro Zdero era el número puesto. Pero en la negociación ese lugar quedó en manos de Parra Moreno y recién la vicepresidencia segunda fue para JxC.
MISMA MONEDA
Este lunes se desarrolló la sesión preparatoria donde juraron los nuevos legisladores provinciales, y donde se eligió la presidente y los vices.
En esa línea, la presidencia quedó en manos de Carmen Delgado Britto, a pesar que el Frente Chaqueño intentó que sea Santiago Pérez Pons quien la presida. Para eso fue clave, una vez más, el CER y el Frente Integrador, quienes apoyaron a la candidata de Juntos por el Cambio, recayendo la vicepresidencia primera en Andrea Charole (del CER) y la vicepresidencia segunda en manos de Darío Bacileff Ivanoff.
De este modo, por primera vez en muchos años, el Frente Chaqueño, o Frente Chaco Merece Más (de antaño), no tendrán un representante en la presidencia de la Legislatura Provincial, lo que generó malestar en los legisladores que ahora conforman la primera minoría, pero que no debe extrañarse ya que el modus operandi fue el mismo.
Esto parece ser una muestra de lo que le depara al justicialismo de ahora en más, sin gobierno a nivel nacional ni provincial como así tampoco en los municipios más importantes de la provincia. Les tocará construir nuevamente desde abajo, pero sabiendo que todo será cuesta arriba si la Legislatura funciona, de ahora en más, con una alianza entre Juntos por el Cambio, CER y Frente Integrador, en detrimento del PJ. Y la tarea no será sencilla, ya que lo primero que deberán construir es una figura a quien seguir, teniendo en cuenta que Capitanich es visto hoy como un gobernador que perdió el poder, que se borró, y a quienes muchos dan como alejado de la vida política.
