Mediante un comunicado emitido este último jueves por la noche, la empresa de colectivos anunció el cese de todas sus operaciones en la provincia vecina por incumplimientos en los contratos, tarifas fijadas y la falta de respuesta por parte del Estado.
El transporte urbano de pasajeros en la ciudad de Corrientes vivió una jornada de contrastes ayer, con un paro de colectiveros que paralizó el servicio durante gran parte del día y la posterior decisión del grupo ERSA de abandonar sus operaciones en la ciudad. La medida de fuerza fue convocada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) Corrientes en demanda de un aumento salarial para los trabajadores del volante, que no fue abonado debido a la falta de fondos por parte de los estados nacional, provincial y municipal.
El paro, que se llevó a cabo por tiempo indeterminado, afectó a miles de usuarios que se vieron imposibilitados de acceder al principal medio de movilidad urbana. Aunque se convocó a una Conciliación Obligatoria por parte de la Secretaría de Trabajo de la Provincia, los choferes no levantaron la medida. Las conversaciones no arrojaron resultados positivos y el grupo ERSA decidió abonar con fondos propios el incremento salarial que debía ser cubierto con subsidios comprometidos. Así, el servicio empezó a normalizarse pasadas las 16 horas, con la salida de los colectivos de los galpones.
Sin embargo, durante la noche, el grupo ERSA emitió un comunicado en el que anunció su decisión de dejar sus operaciones en la ciudad de Corrientes después de 60 años de servicio. El comunicado señaló que el incumplimiento de los contratos de concesión y las tarifas fijadas, que no se ajustaron a los costos reales de la operación, generaron déficits constantes y falta de respuesta por parte del Estado Provincial. Además, se mencionó que las condiciones serán aún más desfavorables en 2024, ya que el presupuesto destinado al transporte público representa solo el 0,18% del presupuesto total provincial.
El grupo ERSA lamentó que el transporte público dejara de ser una prioridad en las políticas públicas actuales y advirtió que la falta de un servicio adecuado podría resultar en índices de siniestralidad más altos y mayores costos para el Estado. Ante la falta de sustentabilidad y la necesidad de ingresos suficientes para mantener la regularidad de los servicios, se tomó la decisión de finalizar las operaciones en la ciudad de Corrientes. Esta medida implicará el cese de aproximadamente 1.000 puestos de trabajo de los 5.500 que el grupo ERSA genera en todo el país
