La advertencia del ministro de Economía, Luis Caputo, resonó fuerte en el microcine del Palacio de Hacienda cuando, tras anunciar el acuerdo a nivel técnico con el Fondo Monetario, se le planteó la posibilidad de que no se apruebe en el Congreso el proyecto de Ley Ómnibus presentado por el Gobierno. “En la medida que la ley no pase, las medidas van a ser más duras y los argentinos van a sufrirlas más”, respondió el funcionario.
Si bien el espíritu del proyecto apunta a reformar estructuralmente la economía basado en la desregulación, el texto contiene medidas económicas centrales para alcanzar los ambiciosos objetivos fiscales que se planteó el Gobierno este año. Por caso, el aumento de retenciones o el blanqueo impositivo. Ambas cuestiones están contempladas en los cálculos oficiales como nuevas fuentes de ingresos que complementarán la poda del gasto público para lograr los 2% del PBI de superávit primario. Desde esa perspectiva, lograr su aprobación será vital.
“En la medida que la ley no pase, las medidas van a ser más duras y los argentinos van a sufrirlas más” (Caputo)
Pero el ajuste total es de 5% del PBI y se complementa con otras medidas que no deben pasar por el Congreso. De acuerdo a los cálculos del analista Fernando Marull, sólo el 40% de ese ajuste requiere de la Ley Ómnibus, lo que hace suponer que aún en el caso de que no se aprobaran la totalidad de las medidas de corte fiscal, Caputo tendría cierto margen de maniobra. Probablemente, como él mismo advirtió, con la implementación de recortes aún más duros.
“La Ley Ómnibus empieza a tener cambios previos a que ingrese a Diputados, aunque por ahora ninguno relevante en cuanto a la meta principal de alcanzar el superávit primario. El 40% del ajuste fiscal tiene que lograr el apoyo del Congreso; casi 1.8%PBI de los 5% PIB propuesto”, detalló el economista quien expresó su “optimismo” en ese frente.