El jefe de la bancada radical en la Cámara de Diputados calificó las expresiones del jefe de Estado como «gravísimas en términos institucionales» y «sumamente injustas» con el radicalismo y consideró que «no avizora nada bueno para los argentinos».
De Loredo dijo que «está cortado el diálogo» con el Gobierno, calificó las expresiones de Milei como «gravísimas en términos institucionales» y «sumamente injustas» con el radicalismo y consideró que «no avizora nada bueno para los argentinos» que el Ejecutivo planteé «una dinámica de este tipo».
Al hablar con la prensa en la entrada del Congreso, De Loredo indicó que estaba «triste» y «frustrado» porque desde la UCR «trabajamos mucho para que salga un texto que le sirva a los argentinos» y destacó que su partido «permitió que haya dictamen, que se apruebe en general».
«Las declaraciones que vemos del Gobierno…las que son fake news son más suaves que las oficiales. El diálogo está cortado, no es un buen sendero. No avizora nada bueno para los argentinos una dinámica de este tipo», advirtió.
Para el diputado radical, las últimas declaraciones de Milei -en las que trató de «delincuentes» a diputados que votaron contra artículos de la Ley ‘Bases’- son «gravísimas institucionalmente» y afirmó que el mandatario «dice barbaridades y estupideces».
«Las declaraciones del Presidente, en términos institucionales, son gravísimas. Para con el radicalismo son sumamente injustas. No le doy bola porque son adrede», señaló y agregó que le «preocupan» porque la investidura presidencial «construye cultura en la sociedad» y que «no puede estar tuiteando idioteces todo el tiempo».
Lagrimeando y al borde del llanto, añadió que el radicalismo es «reformista» y que «los fundamentalismos de siempre nos hunden como país y empiezan todo de cero».
Criticó al oficialismo por «retirar» la ley y se preguntó si en realidad el Gobierno «no quería» el proyecto y buscó en su lugar «una narrativa».
«Hay que lograr que las cosas pasen. Podés tener muchas voluntades e ideas pero necesitás orden y gestión. El desorden es total», sostuvo.
Sobre el tratamiento en particular de la ley, De Loredo resaltó que se comenzó «por el momento más complejo» que eran «las delegaciones de facultades» y que luego continuaba otra instancia de debate como «las privatizaciones».
«No voy a ser hipocrática. También dividía mi partido. Son locos si alguien pensaba que los 34 (diputados radicales) íbamos a votar de la misma manera», apuntó, y adelantó que «muchos» de su partido iba «a votar a favor de que se privatice Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Aysa».
Consultado sobre la postura del radicalismo en torno a la privatización de los medios públicos, De Loredo aseguró que «en esta primera etapa no».
«En mi bloque iba a haber una mitad que iba a insistir empresa por empresa y otra mitad que iba a entender que ya tenemos información para que sean sujetas a privatización», detalló, aunque señaló que no están de acuerdo en «repetir experiencias» de venta de empresas estatales «a bajo precio» y «remataron el patrimonio público».