Esa es la sospecha en la Casa Rosada, y hasta del mismo presidente, según deslizan fuentes cercanas al mandatario nacional en diálogo con la prensa en Buenos Aires.
Es públicamente conocido el conflicto entre Nación y varios gobernadores, a raíz de las posturas de varios diputados en el Congreso al abordar la Ley Ómnibus que sufrió un embate en el tratamiento de los artículos en lo particular luego de ser aprobada en el aspecto general.
A partir de allí, el presidente se lanzó de lleno a enfrentarse con la casta de los políticos que quieren mantener sus negocios y sus beneficios, dicho por el mismo Javier Milei. Muestra de ello fue la publicación en redes sociales en la que acusó de traidores a dirigentes de Juntos por el Cambio y el peronismo, entre ellos el gobernador cordobés Llaryora, el santafesino Pullaro, ahora el chubutense Torres, el dirigente radical jujeño Morales, Axel Kicillof de la Provincia de Buenos Aires y también el peronista Quintela que gobierna La Rioja y que lanzará en los próximos días una cuasimoneda.
Pero a todo esto se suma, además, una idea que cada vez cobra más fuerza dentro de La Libertad Avanza y que involucra a dos ex presidenciables: Sergio Massa y Horacio Rodríguez Larreta.
A estos dos dirigentes, uno del PJ y el otro del PRO, Milei tendría entre ceja y ceja por posibles intentos de desestabilizar su gobierno mediante las intervenciones de legisladores y gobernadores allegados a ellos. El objetivo, según el entorno de Milei, es bajar al presidente antes de que pueda bajar la inflación a un dígito y quitar el cepo cambiario.
Se esperan declaraciones fuertes del presidente en lo que será, dentro de los próximos días, la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso donde Milei estará cara a cara con los representantes legislativos de la sociedad argentina.
