El fenómeno ocurrió en la península de Reykjanes. La fisura mide alrededor de tres kilómetros de largo y se trata de la sexta erupción volcánica en dos años en este país nórdico.
Según señala la agencia AFP, las imágenes televisivas muestran mantas rojas de lava y una nube de humo que surgen de una fisura en medio de la negra noche.
La erupción tiene lugar a unos cinco kilómetros al norte de Grindavik, precisó una portavoz del servicio de protección civil, Hjördus Gudmundsdóttir, sobre esta ciudad portuaria de 4.000 habitantes que ya había sido evacuada por precaución el 11 de noviembre.
«A las 05.30 un pequeño sismo empezó a intensificarse al noreste de Sýlingarfell. Unos 30 minutos más tarde, una erupción comenzó en la misma zona», dijo la oficina meteorológica islandesa (IMO).
«Según los primeros informes procedente del vuelo de vigilancia de los guardacostas, la erupción tuvo lugar en la misma zona que la del 18 de diciembre. La fisura mide alrededor de tres kilómetros de largo«, afirmó este servicio.
Según Kristín Jónsdóttir, sismóloga de la IMO interrogada por la radio pública islandesa (Ruv), la zona en la que se produjo la erupción es bastante favorable y no hay infraestructuras amenazadas.
«La situación está bajo control, no hay peligro«, aseguró la portavoz del servicio de protección civil.