La decisión de la vicepresidente Victoria Villarruel de incluir el DNU de Javier Milei en la sesión de este jueves en la Cámara Alta generó malestar en la Casa Rosada, y que todavía no se cerraron acuerdos con la oposición. Al conocer la postura de Milei y la mesa chica de su Gabinete y asesores, la titular del Senado trató de dar marcha atrás pero sin éxito debido al rechazo de quienes participaron en la reunión de Labor Parlamentaria.
Victoria Villarruel no tuvo éxito en la reunión de Labor Parlamentaria realizada este miércoles y el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que desregula la economía se debatirá este jueves en la sesión que realizará el Senado, desde las 11. La titular de la Cámara alta pidió posponer la discusión, pero no tuvo el aval de los jefes de bloque y la situación se agravó, en pleno encuentro, con el comunicado que emitió Javier Milei.
Según confiaron diversas fuentes a Infobae, Villarruel inició un operativo salvataje 48 horas atrás, cuando tomó la decisión de incluir el mega DNU en el temario de la sesión. Un día después, firmó la convocatoria formal para ir al recinto y generó enojos en la Casa Rosada. No obstante, La Libertad Avanza inició una ronda de llamadas a la oposición no kirchnerista -en especial, a legisladores con terminal en gobernadores- para dilatar la discusión de la norma insignia de Milei y resguardar al Gobierno.
En paralelo a esto, durante el transcurso de la jornada de hoy, el jefe oficialista en la Cámara alta, Ezequiel Atauche (Jujuy), fue hasta la Casa Rosada para hablar con funcionarios de primer nivel y reforzar la estrategia legislativa adoptada, que implicaba esperar el tratamiento del mega DNU este jueves y, a partir de ello, ejecutar una de estas opciones: o pedir una moción para posponerlo, o realizar el debate y recién ahí pedir que se dilatara la votación.
A pesar de lo realizado, la respuesta negativa de los jefes de bloque en la reunión de Labor Parlamentaria desarmó lo actuado en los últimos días. Para peor, el comunicado de Milei fue informado durante el encuentro y los ánimos en el Senado quedaron aún más caldeados, ante una eventual derrota del mega DNU. Para que la norma quede desactivada, necesita el rechazo de ambas Cámaras del Congreso, una situación que nunca se dio.