La titular de Abuelas de Plaza de Mayo calificó al presidente como un «extraño personaje» y llamó a hacer algo para que cambie o «que se vaya rápido».
“Es un extraño personaje. Hagamos algo para que cambie o que se vaya rápido”, dijo Estela de Carlotto en referencia al presidente, Javier Milei, durante su discurso en el acto por el Día de la Memoria, Verdad y Justicia en la Plaza de Mayo.
El documento que elaboró junto a Madres de Plaza de Mayo contenía críticas al oficialismo: “Las constantes provocaciones del gobierno de Milei y (Victoria) Villarruel violan todos los pactos internacionales que tienen rango constitucional”, señaló, en réplica al video que difundió la Casa de Gobierno esta mañana en el cual se fijaba la posición del gobierno sobre la violencia de los 70 y reclamaba “Verdad y Justicia completa”.
“Seguimos reclamando una ley contra el negacionismo que sancione a funcionarios y funcionarias, y representantes elegidos que desestimen los crímenes y a sus víctimas”, manifestó. Y añadió: “Vamos a seguir defendiendo las políticas de estado de memoria, verdad y justicia construidas sobre consensos democráticos y sostenidas por trabajadores y trabajadoras, la secretaría de Derechos Humanos de la Nación debe continuar siendo querellante en los juicios de lesa humanidad”.
Carlotto retomó así una propuesta ya enunciada por Cristina Fernández de Kirchner hace unos meses: cortar la discusión sobre el número de desaparecidos mediante una ley fije una verdad oficial.
En la misma línea, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo se refirió a las medidas tomadas por Javier Milei y su gabinete en el ámbito económico, social y laboral. “Repudiamos los despidos que se producen en ella y exigimos de inmediato la reincorporación de compañeros y compañeras, así como las de todos los despedidos del Estado y reclamamos el cese de la estigmatización del trabajo público”.
Asimismo, cuestionó al Gobierno al opinar que “ha puesto en marcha un protocolo represivo, destinado a impedir el legítimo derecho a la protesta social”. “Así como hicieron Mauricio Macri y Patricia Bullrich, la persecución y difamación a los opositores políticos y sociales vuelve a ser una práctica cotidiana. Las defensas de personas detenidas a lo largo y ancho del país son expresión de la intimidación como política de Estado”, sostuvo.
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Fuente: Infobae.