El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, adelantó que el principal funcionario político de Javier Milei le informó esta mañana que el Gobierno les enviará un borrador de la ley Ómnibus reversionada a todos los mandatarios y a los bloques del Congreso antes del fin de semana, por lo cual podrían despejarse en breve las dudas sobre la letra chica, especialmente en torno al piso y las categorías de Ganancias -que pasaría a denominarse “altos ingresos personales”-; la nueva fórmula previsional; y la inclusión de la reforma laboral que forma parte del DNU de desregulación pero está frenada por la Justicia.
“Tengo entendido que va a haber un borrador en el día de mañana, o pasado, y que nos lo van a girar a los 24 gobernadores, a los diputados y a los senadores. Un borrador mañana o pasado, eso es lo que el ministro me comentó. Por ahora no hay precisiones al respecto”, dijo este mediodía el mandatario radical a periodistas acreditados en el empapado Patio de las Palmeras de la Casa Rosada, a la salida de su encuentro con Francos que se había realizado entre las 10 y las 11 de la mañana. Cornejo no había podido estar por cuestiones de agenda en el encuentro con sus pares, y hoy se acercó al despacho del ministro para ponerse en sintonía.
Cornejo no pudo brindar detalles sobre la nueva versión de la ley Bases, dijo, porque Francos no estaba en condiciones de otorgárselas. Pero ratificó que está dispuesto a acompañar al oficialismo en la nueva etapa de la aventura legislativa, que incluye también el tratamiento de un paquete de alivio fiscal y el polémico DNU de desregulación. “Repasamos los temas, pero no hay precisiones porque todavía el ministro del Interior no tiene el proyecto de ley que va a mandar al Congreso ni sobre el Pacto del 25 de Mayo aparte de los puntos que ya anunciaron”, dijo. El borrador se conocería, entonces, una semana después de la reunión de Posse y Francos con todos los gobernadores que tuvo lugar el viernes pasado.
Cornejo se mostró especialmente a favor de reincorporar la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, al contrario de los gobernadores patagónicos, a quienes dijo “entender” sin dejar de mostrar su desacuerdo. “La mayoría de las provincias creemos que debe restablecerse. Es progresivo, no de los que gravan al consumo o la actividad económica, y la mayoría de los países del mundo lo tienen”.
El mandatario de la UCR confirmó su respaldo a pesar de que no conoce aún los pisos y categorías que quedarán vigentes en el proyecto del Ejecutivo, que prepara el ministro Luis Caputo y que iba a discutirse, según se había acordado el viernes pasado, entre los secretarios de Hacienda de las provincias y el nacional, Carlos Guberman. Los encuentros entre esos funcionarios técnicos aún no tuvieron lugar ni fueron programados.
El impulso a una reforma laboral es una de las principales incógnitas sobre la agenda del oficialismo. Circularon versiones fuertes la semana pasada de que Milei evaluaba incluirlo en el proyecto de ley para darle mayor legitimidad, para cumplir con el pedido del FMI para que busque “consensos” con el resto del arco político y lograr que avance tras el freno que le puso la Cámara del Trabajo a partir de las medidas presentadas por los gremios de la CGT.
La semana pasada, en el documento que le entregó a los gobernadores, el Gobierno había incorporado un punto específico sobre el blanqueo de trabajadores informales, pero sin mayores aclaraciones. En la Casa Rosada no informan aún si copiarán la reforma del DNU completa para sumarla a la ley Bases, o será un apartado menos ambicioso.
Las posiciones están divididas en la UCR. Cornejo está alineado con el titular de la bancada radical, el cordobés Rodrigo De Loredo, y de la vereda opuesta se encuentran Martín Lousteau y Facundo Manes, muy críticos del gobierno nacional, que ya adelantaron que no acompañarán la cruzada por el decreto de Milei, que considera inconstitucional.
En paralelo al encuentro de Francos y Cornejo, la posición de apoyo a los libertarios entre los correligionarios ganó la pulseada, cuando se cayó por la sesión especial que había pedido Miguel Pichetto con apoyo del kirchnerismo, la CC de Elisa Carrió y los radicales críticos de LLA para tratar un proyecto alternativo de reforma previsional. Fue un triunfo para el ala del gobernador mendocino, que quiere darle herramientas a Milei para gobernar y se ubica cada vez más distante del sector que lidera Lousteau.