Se trata, en palabras de Milei, de “un nuevo pacto fundacional”, para ser consensuado con los 24 mandatarios de la Argentina, que contiene diez ideas fuerza: una virtual hoja de ruta que el primer mandatario ofreció a los líderes de las provincias para, supuestamente, poner en marcha el país y sacarlo de años de estancamiento.
Las ideas y conceptos deberían plasmarse, en caso de que la dirigencia adhiera, en leyes y normativas que deberán ser tratadas en el Congreso Nacional, dejando atrás, si fuera posible, el antecedente de la denominada “Ley Bases”, que naufragó por la resistencia de los líderes territoriales.
Milei incluyó en los 10 ejes varios de los temas que incluyó en aquel paquete frustrado y en el DNU que se encuentra en buena parte frenado por la Justicia. Escritos en un tipo de cursiva específico y volcados en un documento formato antiguo, rezan: “La inviolabilidad de la propiedad privada; el equilibrio fiscal innegociable; la reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25 por ciento del PBI; una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos, y promueva el comercio; la discusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual; una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal; una reforma previsional que le dé sustentabilidad al sistema, respete a quienes aportaron y permita, a quienes prefieran, suscribirse a un sistema privado de jubilación; una reforma política y la apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser una protagonista del mercado global”.