El presidente Javier Milei viaja de Miami a Austin (Texas) para encontrarse con Elon Musk, un poderoso empresario que posee la red social X (antes Twitter), es CEO de SpaceX, una compañía comercial de exploración comercial, y principal accionista de Tesla, empresa de vehículos eléctricos que está cambiando la industria automotriz. Milei pretende abrir un camino de inversiones para la Argentina con Musk, pero también vuela a Austin para fortalecer una relación personal con simetría ideológica y pragmatismo político.
Milei y Musk apoyan el derecho de defensa de Israel contra los ataques terroristas cometidos por Hamas el 7 de octubre de 2023. Y los dos -el presidente y el empresario- viajaron hasta Jerusalén para explicitar su solidaridad con el pueblo israelí y recorrer los kibutz atacados por la organización fundamentalista financiada por Irán.
Con la irrupción de Barack Obama en el escenario político de los Estados Unidos, Musk se inclinó por apoyar su candidatura a la Casa Blanca. Y cuando Donald Trump venció a Hillary Clinton, el dueño de SpaceX jugó su respaldo personal y sus aportes de campaña a la disruptiva nominación del partido Republicano.
Trump con su estilo rampante une a Milei con Musk. El presidente ha dicho que su alineamiento estratégico es con los Estados Unidos, pero ha dejado en claro que su afinidad política personal se reconoce en el programa de campaña de Trump, que busca derrotar a Joseph Biden en las elecciones de noviembre.
A las coincidencias sobre la situación en Medio Oriente y la agenda doméstica de Estados Unidos, se suma el manejo y la importancia que asignan Milei y Musk a las redes sociales. De hecho, la activa participación de Milei en X (antes Twitter) inició la relación con el empresario australiano, que es su dueño y guardián de sus contenidos.
Musk entendió que la comunicación global necesita a las redes sociales para imponer los contenidos -no importa de qué-, y que los medios tradicionales -televisión, diarios de papel y radio- sufren la fragmentación cotidiana porque cada celular se transformó en un canal de información.
Milei aplicó está misma idea para llegar a la Casa Rosada. Y repite el concepto para gobernar: los medios tradicionales cuestionan su tiempo en las redes sociales, pero el Presidente domina la arena pública con sus tuits o equis que postea de noche y de día.
Cuando Musk adquirió Twitter y le cambió su nombre por X, asumió dos importantes decisiones editoriales: levantó la prohibición que tenía Trump para postear en esa red social y contrató a Tucker Carlson como host de X tras su forzada renuncia en Fox News.
En plena campaña electoral, Carlson entrevistó a Milei en X con una repercusión histórica en las redes sociales. El reportaje superó los 300 millones de vistas y relegó otros posteos protagonizados por Cristiano Ronaldo, Rihanna u Obama.
Musk calificó como “muy interesante” la nota entre Milei y Musk y reposteó ese reportaje en su propia cuenta de X que, en esa época, tenía 160 millones de seguidores. “Será más que bienvenido en la Argentina el año próximo si nosotros tenemos éxito”, invitó Milei cuando leyó el comentario del CEO de X.
La cercanía virtual entre Milei y Musk se profundizó después del balotaje de noviembre. Musk reposteó un comentario de la cuenta “EndWokeness” que decía en inglés: “Mierda, la Argentina acaba de elegir a Javier Milei como su próximo presidente. Hoy se hizo historia en la Argentina”. Y a continuación, también en inglés, Musk añadió: “Prosperity is ahead for Argentina”, traducible como “Hay prosperidad para la Argentina”.
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Fuente: Infobae.